El Belén de la ciudad autónoma de Melilla 2022-2023 ha quedado inaugurado este domingo en el Foso de Hornabeque pese a que el tiempo amenazaba con estropear el acto.
Este año, el Belén contiene una narración que empieza en Roma y, pasando por la Anunciación a la Virgen, se llega al Nacimiento, la parte fundamental de cualquier Belén que se precie, con la Virgen María, San José y el Niño Jesús, además del buey y la mula.
Además, hay una calle que simula un poblado lleno de puestos artesanales con alfareros, costureros y tenderos, y hay también una posada.
Los coros del Conservatorio y de la Camerata Melillense acompañaron con sus canciones navideñas el evento inaugural del Belén, que fue bendecido por el vicario de la ciudad autónoma, Eduardo Resa, y que se encuentra magníficamente enmarcado en las murallas de El Pueblo, con toda la magia que ello le confiere.
En general, la opinión de los melillenses al respecto fue bastante positiva, tal como se pudo comprobar a la salida del lugar.
Desde el siglo XIII
A partir del siglo XIV, el montaje de los belenes por Navidad se consolidó como tradición en la península itálica y fue pasando al resto de Europa, al principio como práctica eclesiástica, posteriormente aristocrática y finalmente popular.
Sucedió de esta forma en España, ya que cuando, a mediados del siglo XVIII el rey de Carlos VII de Nápoles pasó a ser rey de España, promovió (junto a su esposa, María Amalia de Sajonia) la difusión de los nacimientos entre la aristocracia española, llegando posteriormente a la práctica popular en toda España, así como en América.