Los facultativos no precisaron las causas de la falta de oxígeno y la defensa arguye un posible sufrimiento fetal.
Los médicos forenses que realizaron el informe de la autopsia aseguraron ayer en el juicio que el bebé al que dio a luz la joven Leila Escofet, acusada de un delito de asesinato, respiró al nacer, pero falleció poco después por falta de oxígeno. Los facultativos no precisaron si la asfixia vino producida por el hecho de que la recién nacida estuviera envuelta en una toalla que le impidiera respirar o si, por el contrario, como arguyó la defensa de la acusada, pudo deberse a un sufrimiento fetal durante el parto y el bebé nació muerto.
Los forenses afirmaron que los pulmones de la recién nacida presentaban una “expansión parcial”, es decir, que el bebé respiró al nacer, pero algo dificultó que continuara respirando. Por ello, consideran que la recién nacida pudo sobrevivir hasta un máximo de 15 minutos.
La prueba que los forenses realizaron para comprobar si había aire en los pulmones se llama docimasia clásica. Los pulmones se sumergen en agua y si flotan, como así ocurrió, los forenses concluyen que existió respiración. Aunque matizaron que esta prueba de por sí no es concluyente, su tesis se sostiene en el resultado de las demás pruebas realizadas en la autopsia. La presencia de petequias, es decir, pequeñas hemorragias producidas por una falta de oxígeno en las vías altas del sistema respiratorio es uno de los datos que destacaron los dos facultativos que declararon ayer en el juicio.
La abogada defensora preguntó, durante el denso interrogatorio muy congestionado por términos médicos, si la presencia de aire en los pulmones pudo deberse al estado de putrefacción inicial que presentaba el bebé fallecido. Cabe recordar que el cadáver fue hallado cuatro días después del parto y la autopsia se realizó un día después. La letrada preguntó si la llamada putrefacción gaseosa pudo ‘falsear’ el resultado de la docimasia pulmonar. Ante esta cuestión, los forenses destacaron que un recién nacido no posee aún las bacterias que provocan ese tipo de putrefacción e insistieron en que el bebé respiró al nacer.
Las manchas de meconio
Otro de los datos destacados de la autopsia que permitieron a los forenses concluir que el bebé nació vivo fue la presencia de meconio en la toalla en la que fue envuelta la recién nacida. Las manchas estaban situadas cerca del ano de la pequeña. El meconio es la primera defecación de los bebés al nacer y tiene un color entre negro y verdoso, según apuntaron los forenses.
Los facultativos explicaron que únicamente el bebé puede expulsar el meconio si está vivo, pero no concretaron si, en general, el feto puede realizar esta expulsión antes de nacer, es decir, dentro del útero materno. La defensa insistió mucho en este aspecto, pero los facultativos indicaron no tener datos sobre si pudo haber un sufrimiento fetal durante el parto, puesto que éste no fue asistido, mucho menos por ellos personalmente.
Igualmente no fueron tan tajantes a la hora de determinar si el abandono del bebé tras nacer pudo ser determinante en la muerte del mismo. No obstante, este tipo de valoraciones, explicaron, no es de su competencia si bien tanto la teoría del sufrimiento fetal y el abandono que pudieron desencadenar el fatal desenlace son dos opciones que “no se pueden descartar”. “Los datos no distinguen estos aspectos”, recalcaron los forenses.
El 061, el primero en atender a Leila Escofet
De las cuatro declaraciones de los sanitarios del 061 que atendió en primer lugar a la joven en el domicilio familiar destaca la de la médico que recepcionó la llamada de auxilio. Afirmó que la emergencia fue por una fuerte hemorragia vaginal fruto de un aborto de un embarazo de entre dos y tres meses. La enfermera que atendió a Leila Escofet afirmó que tenía el vientre abultado y la línea alba, propia de las mujeres embarazadas.
En su círculo no sabían nada del embarazo
Tres amigos de la acusada aseguraron que en ningún momento sospecharon que Leila Escofet pudiera estar embarazada. Aseguraron que la joven acostumbra a vestir ropas anchas.
El padre del bebé tampoco supo nada
El padre del bebé y ex novio de Leila Escofet dijo desconocer que su pareja estuviera embarazada. De hecho, le preguntó porque sospechaba que pudiera estar en estado, pero la joven siempre insistió en que no.