La ciudad de Melilla se suele dividir y componer por barrios y la peculiaridad de cada uno. Uno de los más conocidos es el barrio del Real, el cual destaca por los nombres de sus calles, las cuales se componen de los nombres de provincias y comunidades autónomas españolas. Esta zona es conocida también por sus largas calles que se entrelazan unas con otras.
El barrio del Real está situado muy cerca del aeropuerto de Melilla, a tan solo cinco minutos en coche y una caminata de unos 20 o 30 minutos. Es cierto que está alejado del centro y la zona más turística, pero también tiene muy cerca la frontera de Beni-Enzar y el centro comercial Parque Murias.
El Faro ha salido a las calles de este barrio a preguntar a sus vecinos qué les parece esta zona, si les gusta o, si al contrario, hay algo que no les gusta o que cambiarían del mismo. La mayoría de los encuestados coinciden en que es una zona muy tranquila en la que todos los vecinos se conocen y hay establecimientos de todo tipo. Entre las cosas más negativas destaca el tráfico, la escasez de aceras y el poco control de la velocidad de los coches.
Testimonios
Nicolás, vecino de la zona, dijo: “Yo el barrio del Real lo veo un barrio muy acogedor, lleno de negocios, de bares, de restaurantes y lo veo acogedor también porque hay mucha arboleda, es un barrio bonito. A mí lo que me gusta es que hay de todo para poder disfrutar, la farmacia la tienes a mano, las tiendas también hay bastantes. Está todo cerquita y también me gusta que muchos vecinos se conocen de toda la vida. ¿Algo que no haya? Pues no sé, es un barrio muy completo, no le falta nada y encima tenemos el centro comercial cerca. Lo único que le pediría es que hubiera un poco más de control del tráfico y más señalizaciones”.
Por su parte, Maikel destacó, al igual que Nicolás, que es una zona de Melilla en la que hay de todo como tiendas, carnicerías, farmacias y muchos más establecimientos. Eso sí, destacó una cosa negativa: “Por las noches esto parece Mónaco, en el sentido de que hay muchos coches corriendo y mucho ruido, yo lo arreglaría poniendo más radares y controlando el tráfico”. También ensalzó la cercanía de muchos bares y restaurantes al ser preguntado si echa en falta colocar algo en el Real: “Hay de todo y está todo muy cerca, es imposible aburrirse aquí”.
Paco Toledo dio su opinión y ensalzó que es un buen barrio: “Lo veo bien, muy completo y lleno de cosas, pero lo que sí veo que falta es algunos aparcamientos en toda la calle Legión. Lo que más me gusta es que hay de todo, tenemos farmacia, tenemos mercado, es muy completo el barrio. Quizás sí pediría que hace falta un centro de salud. ¿Poner algo puntual en el barrio? Bueno sí, pondría a lo mejor un mercadillo o algún tipo de cursos o talleres como artesanía”.
Miguel Rivas destacó la tranquilidad del barrio: “El barrio del Real en la actualidad está bien, es verdad que no ha cambiado mucho en los últimos años y por lo general bien, ya que es muy cómodo y está todo a mano. Algo que veo que le falta a la zona son las cosas relacionadas con el ocio o algunas actividades, por ejemplo, echo de menos alguna biblioteca, algo para que se entretengan los niños, ocio deportivo, que eso le da mucha vida. Lo que me encanta es el buen ambiente que se respira y la tranquilidad por las calles”.
Ana Suárez, en cambio, destacó que esta zona de Melilla es única, ya que se siente segura teniendo a sus hijos aquí porque “se respira tranquilidad y paz y hay de todo”. Esta vecina también habló de la importancia de tener establecimientos como bares, farmacias, fruterías, carnicerías o pescaderías cerca para poder satisfacer sus necesidades. “Lo menos que me gusta es el tema de los aparcamientos y que no hay aceras y muchas veces hay que tener cuidado”.
Por último, Luisa Fernández habló de su experiencia viviendo toda la vida en el Real: “Yo vivo aquí desde bien pequeñita, que me mudé con mis padres y luego, me compré mi casa por aquí. La verdad es que es un barrio maravilloso porque hay de todo, se vive con tranquilidad y tenemos cerca el aeropuerto, el centro comercial y hay opciones de ocio como bares y restaurantes. A mí me encanta y luego, la cercanía con todos los vecinos, que nos conocemos desde siempre prácticamente.