El triunfo parece que se le resiste esta temporada al Baplamel, que ayer, en la penúltima prueba del Arena Tour de la Real Federación Española de Balonmano, el XXIII Trofeo Ramón de Carranza de Balonmano Playa, no pudo imponerse al equipo anfitrión en la gran final.
Pese a todo, un buen resultado para el conjunto melillense, en uno de los trofeos que más solera tiene en el Balonmano Playa. El Baplamel acudía a la cita muy motivado y con ganas de llevarse una victoria que al final, fue para los que llevan tres años repitiendo como ganadores, el Bmplaya Barbate. La competición para el Baplamel era, hasta la final, para enmarcar, con todos sus encuentros ganados, todos ellos por idéntico marcador 2-0. Un resultado que volvió a repetirse en la final, aunque en este caso fue en contra de los melillenses. Hasta ese momento, el Baplamel se había deshecho, en la fase de grupos, del Sospechosos habituales y del Getafe, en ambos casos por un 2-0. El Ademar fue su siguiente escollo, ya en octavos de final, si el conjunto melillense quería seguir en la competición. De nuevo, el mismo resultado en el marcador, 2-0, que colocaba al Baplamel en cuartos de final. El encuentro se presentaba complicado, sobre todo porque el rival era el anfitrión del torneo, aunque en este caso el segundo equipo, el Barbate B. Al final, y no sin cierta dificultad, los melillenses lograron la victoria. El camino hacia la final estaba encarrilado y sólo había que superar la semifinal, que en esta ocasión enfrentaba a los melillenses contra el Cubas Llopis Sevilla, un rival de armas tomar y que también puso las cosas difíciles. Pese a todo, de nuevo los melillenses lograron la victoria, y otra vez con la misma diferencia, dos set a cero. Final En la gran final, que se disputó ayer, el Baplamel tenía que enfrentarse al equipo anfitrión, un conjunto que partía como favorito, ya que además de ser el actual campeón de este XXIII Trofeo Ramón de Carranza de Balonmano Playa, ha conseguido la victoria en los últimos tres campeonatos. En esta final, la igualdad fue la tónica predominante, al menos durante el primer set, donde los melillenses, sabedores del poder del rival, plantaron cara y a punto estuvieron de llevarse el set, que al final cayó del lado de los anfitriones gracias al gol de oro. A partir de ahí, y pese a que los melillenses lo intentaron, el Barbate jugaba en casa y el ánimo de la afición y sobre todo la confianza de un trofeo que les viene a la medida dieron ese resultado final 2-0 para los gaditanos, que dejó al Baplamel sin el tan ansiado título.