El Banco de Alimentos de Melilla ha puesto en marcha el reparto a las entidades benéficas autorizadas y que colaboran con esta organización para hacer llegar los productos de primera necesidad a las familias más desfavorecidas. Estas entidades son: Religiosas de María Inmaculada, Divina Infantita, Mujeres en Igualdad, Asdiga Al Hurria, Mujeres Vecinales, El Techo es un Derecho, Virgen de la Luz, Albergue San Vicente de Paul y el Centro Asistencial.
En esta ocasión se han repartido hasta 6.000 kilos de alimentos fundamentales, desde leche hasta legumbres, pasando por aceite, harina, azúcar, galletas y cereales, entre otros. Con esas 6 toneladas se van a poder atender las necesidades más esenciales de 1.500 personas en riesgo de exclusión; concretamente, 1.402 adultos y 98 lactantes.
Dada la importancia del trabajo desarrollado, el Banco de Alimento quiere agradecer “a los voluntarios, donantes y entidades la ejemplaridad y la suma de esfuerzos para luchar en nuestra ciudad por el fin de la pobreza, el hambre cero y el consumo responsable y sostenible”.
Reto solidario
La última actividad desarrollada en Melilla con el objetivo de reunir alimentos de primera necesidad, fue el llamado “reto solidario”, que consiguió obtener más de 4.000 kilos de productos básicos para su distribución entre las familias más vulnerables de la ciudad. Esta actividad se desarrolló el pasado sábado con una importante participación.
El reto solidario deportivo contó con la colaboración de unas 30 entidades comerciales y asociaciones culturales y deportivas de Melilla, con la coordinación de la asociación de desarrollo local Evolutio, y cuyos donativos fueron destinados al Banco de Alimentos de la ciudad autónoma.
Así, la iniciativa incluyó un periodo previo de recogida que se realizó en horario comercial en Supermercados DIA, Centro Comercial del Parque Murias, Family Cash, Pronor 4 Caminos, y SPA Soraya Monagas.
En concreto, los organizadores sugirieron la aportación de alimentos y de productos sobre todo infantiles como pañales para niños de tres años, leche de crecimiento, potitos o cereales para niños.
Y yo como ciudadano melillense, me pregunto si estás ayudas se dan a familias necesitadas y si se hace un control de quienes la solicitan. Espero que sea así, ya que de lo contrario estaremos favoreciendo a la pilleria, y en muchos casos a la venta ilegal de estos artículos. Ojalá las familias necesitadas se beneficien realmente de estos alimentos, sería un logro el conseguirlo. Pero para eso están las autoridades y agentes sociales. Imagino.