Al César lo que es del César. Independientemente de las polémicas surgidas durante el campeonato hay una cosa clara: El Real Madrid es un brillante y justo campeón de la Liga de las Estrellas. Además lo es con unos números indiscutibles que han superado y todavía pueden superar unas estadísticas impensables en los tiempos que corren. Los de Mourinho han batido el récord del Madrid de J.B. Toshak, el de los 107 goles, ya van por los 115 y aún restan dos partidos para la conclusión del torneo doméstico. Ahora, ya con el entorchado de Campeón y 94 puntos en el zurrón, el equipo merengue busca superar los 99 puntos del `Pep Team' y, viendo la desmesurada ambición blanca, la estratosférica marca también corre peligro. Otro de los objetivos que buscarán los madridistas será, sin duda, el de ayudar a su rutilante estrella, Cristiano Ronaldo, a superar a la otra megaestrella de la Liga, Lionel Messi, en la carrera por conseguir el 'pichichi' y la 'Bota de Oro', lucha en la que ya de por sí marcará unos registros históricos que tardarán lustros en ser superados. Aunque, visto lo visto, ¿quién se atreve a ponerles puertas al campo y asegurar que el nuevo récord no volverá a caer la próxima temporada? Yo no me atrevería.
El pulso que ha mantenido el nuevo campeón con el que lo era hasta ahora, ha sido tal que, incluso, no ha podido ser obviado en sus declaraciones post-partido por ninguno de sus máximos responsables técnicos. Guardiola no estuvo fino a la hora de recordar, después de dejar claro que el Madrid era justo campeón, “las cosas que han pasado en esta liga y que se han tapado por el silencio del Barcelona” en clara alusión al tema arbitral. Pero es que Mourinho, aún en los momentos más felices, tampoco se olvidó de mandar otro recadito al barcelonismo. “Esta liga ha sido la más difícil de las siete que he ganado porque el Barcelona ha sido un gran rival, aunque hoy le han pitado dos penalties así...así, como muchos en esta liga”, comentó el carismático entrenador portugués. Por supuesto que el de Setúbal no hizo referencia a las manos de Kedhira y Alonso dentro del área madridista en San Mamés. Otra dinámica del campeonato pero que en nada viene a empañar el partidazo que hizo el Madrid ante un mermado Athletic de Bilbao. En fin, a todo esto, el barcelonismo sigue esperando las felicitaciones del portugués por la conquista de la Liga anterior. Logro que minusvaloró restando méritos al juego azulgrana y poniendo en sospecha los arbitrajes que recibía su más acérrimo rival. Ahora le ha tocado probar su propia medicina. Cosas de la vida.
Ya lo adelanté en uno de los primeros, si no el primer, Avispero. Dije que esta liga era del Real Madrid y el por qué. No me voy a reiterar en ello. Poco me equivoqué. Pero en nada resta mérito a un título súper merecido que premia la regularidad de un grandísimo equipo plagado de grandiosos jugadores que, además, ha desplegado un fútbol de muchos kilates a lo largo de un campeonato intenso en el que han tenido que rendir al máximo nivel debido a la exigencia impuesta por un dignísimo rival, catalogado como el mejor equipo de la historia. Hecho que justifica la felicidad que irradiaban tanto jugadores como aficionados a la hora de celebrar el título de Campeón que se le resistía desde hace cuatro años.
Es un hecho que la diferencia entre los dos gigantes del fútbol español y mundial se va igualando cada vez más, pero ¿Es acertado decir que estamos asistiendo al fin de un ciclo de un equipo, de unos jugadores que han maravillado al mundo, como algunos auguran? O ¿Están en lo cierto los que a bombo y platillo proclaman que estamos asistiendo al comienzo de 'La era Real Madrid'? No cabe duda de que hay argumentos suficientes para que, tanto partidarios de uno y otro equipo como analistas y aficionados en general, alimenten un debate que no ha hecho más que ver la luz.
El Real Madrid celebra de manera merecida la conquista de uno de los cuatro títulos a los que aspiraba esta temporada. El Barcelona, por su parte, prepara a conciencia la final de la Copa del Rey ante el Athletic de Bilbao y que podría aportarle el cuarto de los seis títulos que afrontaba. Lo dicho, el Real Madrid es un brillantísimo Campeón y el Barcelona un dignísimo Subcampeón. ¡Enhorabuena!