Media España se encuentra inmersa en la primera ola de calor del verano, con temperaturas que superan los 40 grados. En Melilla el calor se ha notado pero las temperaturas han alcanzado los 30 grados. El Faro ha salido a la calle para descubrir si los melillenses creen que la ola de calor ha llegado a la ciudad autónoma o si, en cambio, son temperaturas normales en este época del año.
"No, esta temperatura es normal", dice Manuel. Este melillense piensa que en Melilla no hay una ola de calor sino en una temperatura normal a las puertas del verano. Es lo mismo que piensa Hadu, otro melillense que niega rotundamente que esta temperatura sea típica de una ola de calor.
Otros en cambio, consideran que en Melilla ha entrado la primera ola de calor del verano. "Esta temperatura no es normal, como siga así en agosto nos asfixiamos", es lo que piensa otra melillense, Ángeles.
"La estamos sufriendo bien" comenta Josefina. Esta melillense cuenta a El Faro que en los años que ella tiene, no ha visto cosa igual. Para llevar un poco mejor este calor, Josefina no se separa de su abanico y su botella de agua fría.
Hadu confiesa que aunque haga calor, nada comparado con las temperaturas que hacen en otras partes del país como Sevilla, Badajoz o Córdoba donde estos días atrás, las temperaturas han subido hasta más de 43 grados. "Eso si es calor". "Aquí cuando llegamos a 30 grados buscamos la sombra y beber algo fresquito". En esto coincide otra melillense, Ángeles "Aquí se vive más fresquito que en otro sitio".
Si en Melilla subieran las temperaturas hasta los 43 grados, algunas personas como Manuel y Abdelkader, tienen claro que "nos asfixiamos".
"Aquí se aguanta" dice Juan Diego. Él es de Almería y se encuentra en la ciudad autónoma de vacaciones. Juan Diego afirma que hace mucho más calor en su ciudad que en Melilla.
Remedios para combatir el calor
En algo en lo que sí coinciden los melillenses que han participado en este sondeo de El Faro es que para combatir el calor, la playa es el mejor lugar. Seguido de encender el aire acondicionado o utilizar el abanico y comer y beber cosas frías.
"Yo voy a la playa y como cosas frescas", es lo que dice Juan Diego. Para él lo mejor es comer ensaladas y platos de este tipo porque el resto de comidas no le apetecen.
Es el mismo remedio que tiene Manuel "La playa y duchas frías", es lo mejor para dejar de pasar calor.
Para Ángeles, los helados son lo mejor. Eso sí, sin azúcar porque no puede tomarla.
El aire acondicionado y el precio de la electricidad
Del aire acondicionado no quiere ni oír hablar Ángeles. Este año tendrá que cambiar este aparato por el abanico. "¿Qué remedio nos queda, si no podemos estar poniendo el aire acondicionado cada dos por tres?", "La luz está muy cara".
Es lo mismo que piensa Hadu "Como estamos yo creo que no lo voy a poner". Este melillense, comenta que antes pagaba 80 euros de luz y ahora su factura no baja de los 120 o 130 euros, por lo que este año el aire lo va a dejar apagado.
En cambio, Manuel va a combinar el abanico con el aire acondicionado. Él ha contado a El Faro que piensa que pagar la electricidad por poner el aire acondicionado cuando hace mucho calor "es una luz bien pagada".
Los bares notan la llegada del calor
En las terrazas de los bares, se nota que el verano ha llegado pronto este año. Mohamed, camarero de Arábica, ha contado a El Faro que sus clientes han cambiado el café caliente por el café con hielo y los helados.
Entre los sabores de helados que más le piden, KitKat, Oreo y tarta de queso. Hace poco que han incluido los helados en su carta y la demanda ha subido considerablemente, dice Mohamed.
Otra bebida que le piden mucho es el agua. Este camarero explica que con los cafés siempre le piden un vaso de agua fría para contrarrestar el calor del café.
Con la llegada de las altas temperaturas, consideradas o no olas de calor, hay melillenses que buscan combatirlo con playa, aire acondicionado y bebidas frías. Este año, algunas personas han confesado a El Faro que no podrán encender el aire acondicionado debido a los altos precios de la electricidad y que deberán conformarse con otros remedios más baratos.