El comité de empresa de Ambulancias Melilla ha decidido que la huelga indefinida en el servicio de ambulancias del que se anunció el jueves, dado que sus peticiones al Gobierno central y al Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa) de que les devolvieran la ambulancia que se retiró en agosto no han surtido efecto, comenzará el próximo día 23 de noviembre.
Según el delegado sindical de la Unión General de Trabajadores (UGT) en Ambulancias Melilla –donde los tres representantes son de este sindicato- Miguel Leal, ya se ha solicitado a la Delegación del Gobierno, pero hay que dar un margen de diez días, al ser un servicio esencial, para que la autoridad laboral dé la correspondiente autorización.
Ahora queda que la Delegación establezca los servicios mínimos para las tres ambulancias, tanto en el servicio urgente como en el programado. En este último caso, Leal cree que “seguramente” los servicios mínimos sean los de los pacientes con diálisis y que no se hagan las altas, las consultas o las rehabilitaciones.
El sindicato también ha solicitado a la Delegación del Gobierno autorización, aparte de la huelga, para realizar todos los jueves una movilización a las puertas del Hospital Comarcal.
Cabe recordar que Leal ya había adelantado el jueves que se realizaría la huelga al no haber “una restitución de recursos inmediata” por parte del Ingesa, especialmente en lo referente a la ambulancia. “Ahora mismo, puede estar demandando una ambulancia gente a la que le haga falta y no tener ese recurso disponible”, lamentó Leal.
La plantilla
Actualmente, conforman la plantilla dos técnicos en emergencias en cada una de las dos ambulancias convencionales y, en la UVI móvil, aparte de esos dos técnicos, hay un médico y un enfermero.
En todo el servicio, son más de 40 técnicos, seis o siete médicos –aunque, según Leal, debería haber 11–, cinco enfermeros y siete u ocho teleoperadores.