Si en los últimos días había surgido alguna duda sobre la vigencia de los acuerdos firmados entre la Junta de Andalucía y el Gobierno de Juan José Imbroda, Eduardo de Castro se ha encargado de disiparla este sábado: el cambio de Ejecutivo en Melilla no afectará a la colaboración firmada el pasado mes de marzo entre Juanma Moreno y el anterior presidente de la Ciudad.
“No hay ningún problema”, ha confirmado De Castro, que ha explicado a los periodistas que lo firmado “en Andalucía con el PP” está en su mesa: “Hay que quitarse de la cabeza los sectarismos”, ha añadido.
“Con lo que está bien se puede seguir para adelante”, ha ahondado el presidente melillense, para quien “el problema no son las políticas, en las que más o menos se puede coincidir, sino cómo se manejan los recursos que hay”.
“En el siglo XXI”, ha continuado el máximo responsable de la Ciudad, “hay pocas diferencias ideológicas entre unos y otros”, por lo que considera que “hay que hablar de proyectos de ciudad y de proyectos para el ciudadano”.
“Si algo está bien y algo puede funcionar o algo se puede mejorar, sencillamente es lo que hay que hacer”, ha sostenido Eduardo de Castro, que rechaza que el “sesgo político” resulte “determinante”.
Ahora, “lo prioritario es terminar de configurar el Gobierno”. Después, ha confirmado, llamará a Juanma Moreno, a Ciudadanos Andalucía (también en el Ejecutivo andaluz) y programará una visita a la Junta “para refrendar los acuerdos y revisar”, ya que “si se puede aumentar algo lo que se ha hecho, también se va a aumentar”.
Distritos y participación
A falta de nombres, lo que ya se conoce es la estructura del nuevo Gobierno. Fiel a su idea de que “se puede hacer más con menos”, Eduardo de Castro confirmó el viernes el ‘adelgazamiento’ del nuevo equipo: siete consejerías y nueve viceconsejerías, frente a las nueve consejerías y las 11 viceconsejerías de la etapa anterior.
Una de las que ‘desaparece’ es Seguridad Ciudadana, que, como ya informara El Faro, pasa a estar “encuadrada en Presidencia”, es decir, “va a depender del presidente”, ha confirmado De Castro, que habla de un “organigrama novedoso”.
Varias de las novedades recaerán sobre la Consejería de Distritos, Juventud, Participación Ciudadana y Festejos, de nueva creación.
Aún a la espera del nombre del consejero que lleve dicha cartera y de que, por tanto, el presidente se reúna con él para “ver cómo lo estructuramos”, Eduardo de Castro ha trazado las líneas maestras de un departamento llamado a fomentar la participación ciudadana y encauzar los problemas que surjan en los barrios.
Es decir, “que las quejas y demandas que tengan los ciudadanos de los distritos se canalicen a través de una oficina donde se irán atendiendo conforme van llegando”. Serán “cosas fáciles de arreglar” y el objetivo es “que no se tengan que eternizar”.
Esa es la teoría, que el presidente ha ilustrado con dos ejemplos: “Una alcantarilla que se rompe” o “si el barrio de El Real tiene un problema con las terrazas o con los vehículos”.
Más allá de dar una respuesta, el objetivo es doble: por un lado, “que la gente participe”; por otro, evitar que la solución a esos problemas tarde en llegar.
Cercanía y agilidad
Son cuestiones en las que el Gobierno en general y De Castro en particular quieren rapidez, cercanía y agilidad, respetando siempre “evidentemente la ley de contratos y demás leyes que tengan que intervenir” en cada una de las cuestiones, que, recepcionadas y encauzadas a través de Distritos, “se derivarán a las consejerías que haga falta”.
El presidente, que querría haber cerrado y hecho públicos los nombres del Ejecutivo, confía en zanjar ese capítulo “el lunes o martes como muy tarde”.
Ojalá actue como dice y no caiga el el no por el no y las cosas buenas para la ciudad sigan adelante