Cerca de una veintena de ecologistas se manifestaron este jueves frente a la Asamblea de Melilla para exigir la dimisión del consejero de Medio Ambiente, Hassan Mohatar, por incompetente y para pedir a la Fiscalía que investigue las condiciones en las que un eucalipto se desplomó este miércoles y casi mata a una conductora que pasaba por ahí en ese momento con su vehículo.
"Esperamos que esa persona (la que sufrió el accidente) denuncie a la Consejería porque tiene mucho que ganar", dijo Rosa González, de la Plataforma en Defensa del Arbolado.
Por su parte, el ecologista Manuel Tapia, de Guelaya, señaló en declaraciones a la prensa que lo ocurrido este miércoles en la plaza Daoiz y Velarde del Tesorillo "es la gota que colma el vaso" después de que se le prometiera a la ciudadanía que se iban a respetar los siete árboles de la zona.
En su momento los activistas en defensa del arbolado denunciaron que el proyecto de construcción de un parque infantil en la plaza del Tesorillo contemplaba la retirada de los siete eucaliptos que llevan casi cien años ahí.
A los ecologistas les resulta sospechoso que después de casi un siglo en ese sitio, uno de los árboles se desplome sin más y luego, por seguridad, la empresa encargada de las obras haya derribado otros dos.
"Creemos que ya está bien. Creemos que esta es la gota que colma el vaso; que lo que se está haciendo con el arbolado de Melilla no tiene nombre y se está haciendo porque no hay un reglamento que impida que esto ocurra y lo que hay ahora mismo es carta blanca para hacer con el arbolado lo que se quiera. Creemos que hay que decir hasta aquí. Hay que decir basta", recalcó Tapia.
En su intervención, Tapia criticó también al PP y le recordó que los políticos son los que están de paso, no los árboles y que en Melilla siguen sin entender que estas protestas no son solo el capricho de un grupo de activistas por el medio ambiente sino de toda la ciudadanía.
En opinión de Guelaya, el PP prácticamente le ha dado la razón al consejero Mohatar diciendo que el plan era quitar esos árboles.
"La clase política de Melilla tiene que saber que esto no es algo que quieran los ecologistas. Esto lo está pidiendo la ciudadanía. Si no lo saben ver, es que no están sabiendo interpretar lo que quiere la ciudadanía, que fue la que pidió que esos siete árboles centenarios se salvaran. No era un capricho de los ecologistas", remarcó Tapia que dijo estar convencido de que mientras Mohatar siga en su puesto, no se va a conseguir proteger el arbolado de Melilla.
Por eso tanto Guelaya como la Plataforma en Defensa del Arbolado han salido a la calle a reclamar que les permitan ver el expediente enviado a la empresa para proceder al derribo de los árboles y que les dejen examinar el árbol que se desplomó este miércoles para comprobar si, como dice el consejero de Medio Ambiente, Hassan Mohatar, estaba hueco por dentro o su caída tiene algo que ver con algún daño provocado a sus raíces que, como puede apreciarse en las fotos que se tomaron en el momento del desplome de uno de ellos estaban "cercenadas".
"De enfermos creemos que nada de nada. Esos árboles estaban sanísimos". Llevaban cien años ahí. En los documentos gráficos se ve un socavón alrededor de esos árboles que ya era para que algún técnico hubiera parado esa obra y hubiera dicho qué está pasando aquí", insistió Tapia.
Los ecologistas no se explican cómo es posible que después de lo que pasó en la plaza del Tesorillo continúen las obras sin más.
"Es un dislate que estén las 'retro' operando ahí y no se hayan parado las obras cuando con el accidente que ha habido, se tenía que parar e investigar qué es lo que ha pasado ahí. Si las máquinas siguen trabajando pueden desaparecer muchas pruebas de las causas que han provocado que ese árbol cayera", destacó.
En cuanto a la posibilidad de emprender medidas legales si se comprueba que los árboles estaban sanos, Tapia cree que es muy difícil porque en Melilla no existe un reglamento del arbolado que permita denunciar estos actos.
"Precisamente creemos que el que no se haya elaborado un reglamento de arbolado que llevamos solicitando tanto tiempo es para seguir teniendo carta blanca y hacer lo que se hizo en Conde de Alcaudete, de traslado de árboles solo porque estorbaban a edificios nuevos; lo que se hizo en el Parque Lobera y lo que se ha hecho en tantos sitios", concluyó.
La protesta cerró con la lectura de un manifiesto en el que los ecologistas, en primer lugar, pidieron que les dejen inspeccionar cuanto antes el árbol que se desplomó; que el consejero les permita ver el expediente que envió a la empresa previniendo de cómo realizar las tareas que pudieran afectar a las raíces de los árboles y por último pidieron a la Fiscalía de Melilla que investigue la caída de un árbol que no estaba asegurado en una obra y que pudo costarle la vida a una ciudadana.