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Uno de los hombres fue dado de alta y el otro ha permanecido ingresado en el hospital para controlar su evolución. El accidente se produjo en el acuartelamiento de Horcas Coloradas a las 8:45 horas
Dos militares resultaron ayer heridos en una explosión en un polvorín en el acuartelamiento de Horcas Coloradas. Ninguno de los hombres presentaba lesiones de gravedad, aunque ambos tuvieron que ser atendidos en el Hospital Comarcal. Junto a ellos, había otras dos personas que salieron ilesas del accidente, según informó la Comandancia General de Melilla (Comgemel), que insistió en enviar un mensaje de tranquilidad y dejó claro que se trató de incidente sin gravedad. Uno de ellos fue dado de alta, mientras que el otro estará ingresado al menos hasta hoy para valorar la evolución de los daños.
Los hechos se produjeron alrededor de las 8:45 horas, cuando los dos militares estaban desarrollando “trabajos propios de su especialidad y destino” en el cuartel que hay en la zona de la playa de Horcas Coloradas.
La Comgemel explicó que se trata de un subteniente, que responde a las siglas E.P.P., y un soldado, J.J.C.N., encuadrados en la sección de municionamiento de la compañía de abastecimiento de la ULOG 24.
Más fuerte de lo esperado
Los dos hombres estaban realizando unas pruebas cuando, como consecuencia de la deflagración de un “saquete de pólvora” dentro de una vaina metálica, resultaron heridos. Al parecer la explosión tuvo más potencia de la prevista, lo que provocó el desprendimiento de ciertas esquirlas que fueron las que provocaron las heridas de carácter leve a los dos militares.
La Comgemel explicó que junto a ellos, en las mismas dependencias, había también un trabajador civil y otro soldado, también de la sección de municionamiento, que resultaron ilesos a pesar del incidente.
Los dos militares heridos tuvieron que ser trasladados inicialmente a la clínica Rusadir, donde se les realizó una primera valoración. Tras esta atención inicial, los dos hombres fueron trasladados al Hospital Comarcal para recibir los cuidados necesarios. La Comandancia destacó que ambos entraron en el centro sanitario por su propio pie.
La atención médica
En concreto, desde la Comgemel precisaron que al soldado herido, las esquirlas desprendidas le provocaron heridas en el costado, mientras que las lesiones del subteniente se produjeron en la pierna.
Los efectivos sanitarios se encargaron de extraer las esquirlas del costado al soldado, que ayer a mediodía ya estaba en su domicilio. Además, le practicaron otras pruebas médicas para descartar que pudiera tener algún otro daño.
En cuanto al subteniente, el cirujano decidió no extraer las astillas desprendidas de los explosivos porque eran muy pequeñas. El hombre quedó en observación para evitar que pudiera sufrir cualquier complicación y hoy los médicos volverán a valorar la evolución de sus heridas.
Desde la Comgemel indicaron que inmediatamente después del accidente, la ULOG24 informó a los familiares de los dos heridos sobre lo ocurrido. La Comandancia deseó una pronta recuperación a los dos militares.
En 1990 la explosión de varios proyectiles en el polvorín de Horcas Coloradas, en el extremo norte de la ciudad, provocó heridas leves a doce soldados.