Dos personas han sido detenidas por funcionarios de la Policía Nacional y hay una tercera en calidad de investigado no detenida por la comisión de delitos relacionados con los usos indebidos de las autorizaciones de reagrupación familiar, según han señalado fuentes oficiales de la Jefatura Superior de Melilla.
Según esas fuentes, el modus operandi era el ingreso de una mujer marroquí de urgencia en el Hospital Comarcal por parto en curso, se inscribía el nacimiento en el Registro Civil de la ciudad y constaba como padre un hombre de nacionalidad española. Al cabo de un año, se solicitaba la autorización de residencia.
En ese sentido, la Policía Nacional explica que los hechos se remontan al mes de octubre del año 2019, cuando una mujer marroquí, tras acceder a Melilla, ingresa de urgencia en el Hospital Comarcal de esta ciudad, por encontrarse de “parto en curso”. Días más tarde se inscribe el nacimiento en el Registro Civil de Melilla, constando como padre un hombre de nacionalidad española.
Pasado un año de esta inscripción, la madre solicita autorización de residencia por circunstancias excepcionales, arraigo familiar por ser progenitora de menor español en la Oficina de Extranjería de Melilla, siéndole concedida dicha autorización, consumándose así ambos fraudes, la obtención de la nacionalidad del menor y la autorización de residencia por parte de la madre.
De las gestiones de investigación se encargó la Unidad Contra Redes de Inmigración Ilegal y Falsedad Documental (UCRIF) de la Jefatura Superior de Policía de Melilla, cuyos agentes llegan a determinar que se trata de un reconocimiento de conveniencia, que tiene como fin establecer una falsa relación paterno-filial entre el ciudadano español y el recién nacido de madre marroquí, con el objeto de que el menor consiga que se le otorgue la nacionalidad española por ser hijo de ciudadano español y, posteriormente, la madre a través de su hijo obtener una autorización de residencia en España a la que, en ningún caso, tendría derecho.
Las diligencias practicadas se enmarcan dentro de la operación denominada Cárabos, que culminó con la detención de dos personas, un varón español y una mujer marroquí, residentes en Melilla, e investigar, informado de derechos como investigado no detenido, a un varón de nacionalidad española, que regenta una conocida gestoría administrativa de Melilla, persona que ya ha sido detenida en diversas ocasiones por delitos de similar naturaleza a los investigados.