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María Teresa Díaz, decana en el campus de Granada, explicó que la disciplina abarca varias áreas
“A veces hay un divorcio muy dañino entre el ámbito profesional y el académico”. Así se manifestaba ayer la decana de la Facultad de Trabajo Social de la Universidad de Granada (UGR), María Teresa Díaz, al referirse a los principales problemas a los que la citada disciplina se enfrenta en la actualidad. La cita fue enunciada durante una de las varias conferencias que conformaron las jornadas llevadas a cabo ayer en el campus local de la institución universitaria.
La representante del centro de la ciudad nazarí explicó que esa “brecha” alude al hecho de que el título, el cual pasará a formar de la oferta académica de Melilla en el curso 2018/19, es “bastante joven” en lo que al contexto educativo se refiere. “Trabajo Social se ha introducido en la universidad de forma paulatina. Los profesionales que estaban en primera línea de acción han llegado a despreciar la docencia”, declaró a El Faro.
María Teresa Díaz, además, especificó que en Granada ya se han dado pasos para “romper esa barrera”, con el refuerzo de las horas de prácticas en el plan de estudios (actualmente, los alumnos realizan períodos profesionales de 300 horas) y la contratación, en calidad de profesores asociados, de trabajadores sociales.
Asimismo, la decana quiso acabar con el “estereotipo” de que la disciplina únicamente se inmiscuye en casos en los que la problemática se basa en la falta de recursos económicos. “Trabajo Social tiene unos objetivos mucho más ambiciosos”, aseguró. A este respecto, habló de la inmigración, la igualdad de género, la toxicomanía, los menores o la multiculturalidad como otras de las áreas en las que los profesionales de este campo ejercen su labor.
Tras la conferencia de María Teresa Díaz y otras tres ponentes del ámbito académico, se procedió a una mesa redonda que contó con trabajadores sociales locales.
La UGR aprueba el cambio de nombre de la Facultad de Sociales
El Consejo de Gobierno de la Universidad de Granada (UGR) ha aprobado esta semana “por unanimidad” el cambio de nombre de la Facultad de Ciencias Sociales del campus con el que la institución cuenta en Melilla. Como ya adelantase El Faro el pasado mes de noviembre, el centro pasará a denominarse, en adelante, Facultad de Ciencias Sociales y Jurídicas, fruto del mayor protagonismo que el actual equipo decanal ha otorgado a las carreras y los posgrados orientados al estudio del Derecho. De esta manera, sólo resta que la Secretaría General de Universidades del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (MECD) dé el visto bueno a la nueva denominación, para que ésta pase a ser oficial. Según informó el centro, el cambio de nombre ha superado varios procesos administrativos, tras el comienzo de las gestiones allá por octubre de 2016. Fue el propio decano de la todavía Facultad de Ciencias Sociales, Juan Antonio Marmolejo, quien hizo anunció la transformación nominal de la entidad, durante el acto de presentación del Máster en Abogacía, título de posgrado implantado en el presente curso académico.