Las mascarillas son obligatorias en nuestra ciudad desde este lunes. Hay de muchos tipos y, como van a formar parte de nuestras vidas queramos o no, El Faro ha consultado en una farmacia las diferencias que hay entre unas y otras y cuál podemos usar dependiendo de la actividad que desarrollemos. Enrique Pérez en la Farmacia Moderna nos ayuda a conocer mejor este elemento de seguridad que nos protege y que también lo hace con los que nos rodean.
Pérez indicó que la mascarilla quirúrgica es las más habitual y la que encontramos en todas las farmacias. Explicó que se trata de una mascarilla que evita que haya esta trasmisión del virus y también es la más económica que encontramos en el mercado.
También podemos encontrar en las farmacias de la ciudad la mascarilla FPP2. Este farmacéutico nos indicó que es más cara que una mascarilla quirúrgica, pero a la vez protege aún más.
En este segundo grupo de mascarillas están las que llevan válvula de exhalación. Pero Pérez comentó que se ha desaconsejado porque al llevar esta apertura permite salir el aire que exhala la persona y puede contagiar a la que tiene enfrente. Por ello, esta última solo se suele utilizar por trabajadores que ya debían llevarla por ser un equipamiento de protección individual, como los pintores.
Pérez comentó que las mascarillas quirúrgicas y las FPP2 o también tienen el nombre de KN95 (el 95 es el porcentaje de la absorción de partículas) son las más habituales en las farmacias en estos momentos.
Los usos
También explicó que las mascarillas quirúrgicas pueden llevarse unas cuatro horas. Pero la realidad es que si se usa menos tiempos, se podría guardar, preferentemente en un papel. Debe ser un espacio hermético e higiénico para poder reutilizar esta mascarilla después. Pero este farmacéutico destacó que hay que tener cuidado con cómo se retiran las mascarillas y cómo se guardan. Aseveró que no se puede dejar la mascarilla colgada del retrovisor del coche, una imagen que hemos visto en más de una ocasión.
Y en cuanto las mascarillas FPP2 o KN95 hay que tener cuidado porque pueden ser reutilizables o no. Subrayó la importancia de ver las instrucciones del fabricante para ver si se deben desechar tras su uso o se pueden volver a utilizar.
Pérez nos mostró una que es FPP2 que se puede reutilizar y lo que habría que hacer es lavar esta mascarilla a 60 grados y dejar secar. Pero insistió en conocer bien las características de la misma y las instrucciones del fabricante. En este caso se podrían usar dos a la semana si se tiene cuidado con ellas.
No obstante, hay que tener en cuenta también la actividad que se está desarrollando con la mascarilla. Afirmó que no es lo mismo utilizar las mascarillas para alguien que sale de casa a comprar o hacer recados que para un trabajador que está de cara al público todo el día. Aseveró que el coste de la FPP2 hace que los dependientes de tiendas o los hosteleros apuesten por las quirúrgicas.