Un total de 10.067 transeúntes y 3.213 coches salieron o entraron de Melilla en el primer fin de semana con la frontera abierta, tras dos años y dos meses de cierre por la pandemia, según la versión oficial de las autoridades de españolas y de Marruecos, que nunca han admitido las diferencias diplomáticas o políticas que ha habido entre los dos países.
El balance de entradas y salidas de la Delegación del Gobierno demuestra el aumento del flujo de peatones y vehículos que hubo el fin de semana en la frontera de Melilla. Sin tener la magnitud de los tiempos prepandemia cuando las autoridades hablaban de unas 30.000 entradas y salidas diarias, sí provocaron largas colas, sobre todo, de vehículos el viernes por la tarde y el domingo por la noche.
Atendiendo a esas cifras oficiales, el domingo fue el día de más entradas de peatones a Melilla (2.849), seguido del sábado (1.249). En cuanto a las salidas a Marruecos, el grueso de los que lo hicieron a pie (2.561) eligieron el viernes.
Si bien entraron más personas a pie a Melilla (5.104) de las que salieron (4.963), en el caso de los vehículos fue al contrario: salieron más (1.713) de los que entraron (1.500).
En general las principales quejas de este fin de semana se han centrado en la prohibición de sacar mercancías de Melilla con controles excesivos por parte de los aduaneros marroquíes, que luego no tienen el mismo rigor que de vuelta a España, donde las autoridades permiten introducir mercancía en régimen de viajeros.
Aún se desconoce cuándo reabrirá la aduana comercial de Melilla, aunque algunas fuentes lo sitúan entre el 14 y el 20 de junio, coincidiendo con el inicio de la Operación Paso del Estrecho que tampoco se sabe si finalmente pasará por la ciudad.
Melillenses dan fe de que las cosas están fluyendo mejor en la frontera porque Marruecos no exige tantas fotocopias como pedía antes para renovar la tarjeta verde y no hace falta descender del coche para sellar el pasaporte.