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Prevención y simulacro. 300 niños acompañados de sus familiares asistieron a la primera jornada de puertas abiertas que celebró ayer el parque de Bomberos de Melilla. Las actividades programadas sobre precaución y actuación en caso de incendio finalizan hoy.
El parque de bomberos de Melilla celebró ayer su primera jornada de puertas abiertas con la asistencia de al menos 300 niños acompañados de sus padres bajo previa inscripción. El principal objetivo de esta campaña fue mostrar a los asistentes los riesgos de ‘jugar con fuego’ en algunas tareas domésticas, enseñarles cómo se extingue un incendio y cuáles son los sistemas de prevención y actuación que pueden aplicar en casa antes de la llegada de los bomberos.
Las actividades de la jornada se dividieron en distintos talleres lúdicos repartidos a lo largo de las instalaciones del parque, a pesar de que los profesionales estaban de guardia para ofrecer los servicios necesarios en caso de recibir una llamada de emergencia.
Los talleres
La primera actividad que realizaron los grupos fue un taller informativo sobre qué es el fuego, cómo se puede producir en el hogar y qué se debe hacer mientras se espera la llegada de los bomberos. Terminada esta charla, los menores bajaron a realizar distintas pruebas físicas, entre ellas una yincana con distintos obstáculos a los que se podría enfrentar un bombero en un edificio en llamas. Así, los pequeños tuvieron que saltar obstáculos, serpentear entre conos o reptar bajo cuerdas.
Una vez superado este punto, llegó el reto de apagar el fuego. Los niños tuvieron que enfrentarse a la simulación de una ciudad en llamas con varias mangueras. Los bomberos les enseñaron a cogerlas y a regular el flujo y la presión de agua para alcanzar las llamas de cartón colocadas a distintas alturas de la ciudad.
En cuanto apagaron este incendio simulado, se introdujeron en la llamada Casa del Fuego, una especie de laberinto del que tuvieron que salir a gatas para evitar respirar el humo de discoteca que recreaba un incendio de verdad.
Por fin, superados todos los peligros, llegó la hora de conocer la historia de los bomberos con una pequeña muestra de mangueras, cascos, chalecos y otros materiales que formaron parte del parque desde inicios del siglo XX hasta la actualidad. Y tras conocer los secretos de este museo, los más pequeños pudieron lucir los uniformes de bombero en un ‘photocall’ ambientado en un incendio.
El bombero y presidente de la Asociación Deportiva y Cultural de Bomberos de Melilla, José Manuel Ortiz, aseguró que el resultado de esta primera jornada fue “muy satisfactorio” y añadió: “Aunque al principio teníamos miedo del apogeo de la gente por si sonaba la alarma de emergencia estando de guardia, de momento la experiencia ha sido positiva”. Por ello, este bombero veterano no descarta “repetir la experiencia”, especialmente ahora que ha “involucrado a bomberos más jóvenes” y que el Cuerpo “podría crecer hasta en 10 efectivos”, en caso de que se confirmen nuevas plazas.
La exhibición
A lo largo de la mañana de hoy, se realizará una exhibición de los camiones de bomberos y sus equipos en la plaza Multifuncional, donde también se recreará un accidente de tráfico. En esta simulación los agentes entrarán en acción y desarrollarán un dispositivo de rescate para evacuar a las personas atrapadas. Este simulacro está incluido en la programación de la jornada de puertas abiertas como parte de la muestra de los servicios de emergencia que realizan los bomberos.