La jornada de hoy tendrá dos protagonistas. Cuando el sol esté a punto de ponerse en Melilla, la Selección saltará al Estado Olímpico de Kiev con el objetivo de hacer historia frente a Italia, último obstáculo para que España ocupe un lugar destacado en la historia del fútbol como único equipo nacional que consigue de manera consecutiva dos Eurocopas y un Mundial.
Mucho antes de que el balón empiece a rodar, cuando los rayos del sol indiquen que el domingo no ha hecho más que comenzar, los comerciantes de la ciudad abrirán las puertas de sus negocios con la esperanza de que sea un día memorable para la caja registradora. El primer protagonista de la jornada serán las rebajas. Los números anunciando descuentos estarán por todas las partes, como más tarde lo harán los colores de la bandera nacional ante la cercanía del inicio del partido. Por la mañana, desde los escaparates las cifras intentarán conducir a los consumidores hasta el interior de los establecimientos. Hoy, primero de julio, con el mes recién empezado, las carteras llenas y la vista puesta en las vacaciones que acaban de empezar o están a sólo uno o dos meses de distancia, parece que es un día propicio para recordar el espíritu consumista que nos poseía todos los años por estas mismas fechas. Con esa ilusión preparaban ayer por la tarde los comerciantes sus negocios, casi al mismo tiempo que Del Bosque saltaba al Estadio Olímpico de Kiev con sus jugadores para terminar de perfilar el equipo de esta noche. A miles de kilómetros de distancia y ocupados en asuntos tan dispares como una Eurocopa y el inicio de la temporada de rebajas, uno y otros compartían la ilusión por que el trabajo bien hecho dé hoy sus resultados. España se juega mucho esta noche en Ucrania, pero la jornada es más trascendente para muchos comerciantes que ven en las rebajas una posibilidad de cuadrar un presupuesto que ya lleva tiempo desequilibrado a causa la crisis.
Hoy puede ser un día redondo sin el balón acaban más veces en el fondo de la portería de los italianos que en la nuestra y el dinero comienza a circular de nuevo por la ciudad.