En todo el país, como consecuencia de la pandemia, los actos con motivo del Día de la Fiesta Nacional se redujeron al acontecimiento celebrado en el patio de armas del Palacio Real. Un acto que ha supuesto también el homenaje a varios grupos de profesionales que prestaron su labor durante los meses más duros del coronavirus.
Profesionales que formaron en el patio de armas junto a las unidades militares participantes y que recibieron ese homenaje también del jefe del Estado cuando tras su llegada pasó revista a todos los que formaban, tanto civiles como militares.
Pero para Melilla tuvo una significación especial con la participación de una sección del Tercio Gran Capitán, I de la Legión, dentro de la compañía de honores y que desfiló ante la tribuna de autoridades donde también se encontraba el presidente de la Ciudad Autónoma, Eduardo de Castro. Es la manera en la que nuestra ciudad ha estado presente en este acontecimiento, reducido con motivo de la pandemia del coronavirus.
Un Día de la Fiesta Nacional que, en el fondo, lo que pretende es que todos los españoles nos sintamos orgullosos de nuestros símbolos patrios. Una situación como la que vive nuestro país donde la situación independentista de Cataluña permanece dormida debido a la situación de la COVID, pero que cualquier día se despertará cuando esta situación comience a ser controlada. Ahí deberá encontrar nuevamente respuesta el Estado ante la situación que se volverá a vivir.
Nuestro país cuenta con más de 500 años de historia a sus espaldas y es una de las naciones más antiguas de Europa.
Somos un país que estamos seguros de que saldremos adelante a pesar de las dificultades que nos estamos encontrando.