Entre emoción, lágrimas, aplausos y mucha fe cristiana se abrieron las puertas de la Casa Hermandad, donde los titulares de la Cofradía del Cautivo y la Virgen María Santísima del Rocío esperaban a los feligreses. Fueron tres sanitarios del Hospital Comarcal de Melilla quienes llamaron a la puerta.
Una médico, una enfermera y una celadora. Ellas tres acudieron en representación de los sanitarios que han trabajado arduamente durante la pandemia. Paqui y Loli son celadora y enfermera del Comarcal. Su emoción llegó hasta las lágrimas. “Sentimos mucha emoción. (...) Que también vean el esfuerzo y el trabajo que hacemos en el hospital”.
Ellas pidieron a Jesús Cautivo y a María Santísima del Rocío salud para los melillenses pero también mucha fuerza para los sanitarios.
¡Viva El Cautivo! ¡Viva la Virgen del Rocío! ¡Viva la madre de Dios! decían en voz altisonantes miembros de la cofradía mientras los feligreses respondían con un ¡Viva! y el ¡Guapa, guapa, guapa!, emocionados.
La fe y la devoción por Jesús Cautivo y la Virgen del Rocío están cada día más vivas. Este jueves santo a medida que se iban abriendo las puertas de la Casa Hermandad la emoción afloraba y los aplausos contagiaban.
La pandemia no permitió salir en procesión este año pero sí abrir los templos. Decenas de melillenses acudieron a la Casa Hermandad para demostrar su fe y pedir a mucha salud.