Con ello, la Guardia Civil da por desarticulada una organización dedicada a la introducción y venta de droga en Fuerteventura. La Guardia Civil de Santa Cruz de Tenerife informó ayer de que cinco integrantes de una misma familia de melillenses ingresaron en prisión preventiva por su presunta implicación en un delito contra la salud pública, después de que les fuesen incautados unos 300 kilos de hachís en Fuerteventura.
La detención de estas personas es el resultado de una investigación que la Guardia Civil inició después de que en diversas playas del municipio de Pájara se encontrasen varios fardos de hachís que podrían proceder de desembarcos de estupefacientes, según indica un comunicado del instituto armado.
Las investigaciones se dirigieron hacia una familia de ciudadanos de origen melillense afincados en la localidad de Costa Calma-Pájara, de quienes se sospechaba que se dedicaban a la introducción y venta de hachís a gran escala en Fuerteventura.
Fruto de las investigaciones se llegó al conocimiento de que los sospechosos utilizaban en la localidad de La Pared un piso para almacenar la droga, mientras que residían en Costa Calma.
Durante la madrugada del lunes pasado, agentes de la Guardia Civil interceptaron a dos de los familiares, que tenían 45 kilos de hachís, por lo que fueron detenidos.
En los registros que se realizaron en domicilios de La Pared y Costa Calma, ambos en el municipio de Pájara, los agentes de la Guardia Civil encontraron en uno en torno a 250 kilos de hachís y en el otro cinco kilos de la misma sustancia.
También se aprendieron de dinero así como de maquinaria para prensar y envasar el hachís, una pistola de fogueo, dos motores de embarcaciones y una embarcación neumática.
La Guardia Civil da por desarticulado un grupo organizado de introducción y venta de hachís en Fuerteventura con la detención de A.K.A.H., S.K.A.H., A.K.A., F.K.A.H. y M.M.K, familiares y con edades de entre 21 y 33 años.