Una mujer de 53 años, M.A.M.S., ha sido detenida por agentes de la Brigada de Policía Judicial acusada de vender las joyas que le había dejado una vecina para que se las guardara en una caja de caudales y posteriormente denunciar su robo. La investigación comenzó a raíz de la denuncia presentada por una ciudadana española por un supuesto robo en su domicilio de Melilla. La mujer señaló que le había desaparecido una caja de caudales en la que guardaba numerosas joyas que le había entregado una vecina para su custodia.
Desde el primer momento, señala en su nota la Jefatura Superior de Policía, los investigadores sospecharon de la veracidad de los hechos denunciados. Después de realizar la inspección ocular en el lugar donde supuestamente habían ocurridos los hechos y tras hablar con varios vecinos de la sopechosa, citaron a ésta en las dependencias policiales. Allí, de forma espontánea y voluntaria, indica la nota de prensa, la mujer explicó que debido a problemas familiares necesitaba dinero. Y confesó que por ello decidió vender en varios establecimientos de compra y venta de joyas parte de las alhajas que le había dejado su amiga. Señaló que en media docena de ocasiones había actuado de esa manera ayudada por su hermana, que desconocía la procedencia de las joyas. En total, había conseguido de esta manera unos 12.000 euros.
Tras su confesión, la mujer entrgó el resto de joyas que aún le quedaba.
Una vez comprobada la veracidad de sus declaraciones con la visita varios establecimientos de la ciudad que habían adquirido las alhajas, los agentes procedieron a detener a la sospechosa para ponerla a disposición judicial junto a las joyas que pudieron ser recuperadas, cuyo valor aproximado es de 18.000 euros.