El segundo estudio realizado por la asociación Abeona sobre los trastornos alimenticios entre la población adolescente de Melilla detecta tres posibles casos de los 790 jóvenes encuestados que podrían ser casos clínicos, según los datos facilitados por la Consejería de Bienestar Social. Se trata de tres adolescentes mujeres que han obtenido una puntuación de más de 50 puntos, que entraría en el grupo de mayor riesgo serún el test de actitudes alimentarias, EAT 26, que realizaron.
Los encuestados tienen edades comprendidas entre los 13 y los 25 años y son las mujeres las que registran en general una mayor puntuación que los hombres. Los que superan los 20 puntos ya presentan trastornos de la conducta alimentaria. En este segundo estudio se registraron en esta categoría un total de 66 casos de mujeres frente a 17 varones.
Del total de estos casos positivos, el 89% pertenecen al primer factor de riesgo, relacionado con la restricción alimentaria, es decir, que evitan los alimentos que engordan y están constantemente preocupados por estar delgados e incluso podrían estar siguiendo dietas muy restrictivas. Por otro lado, se detectaron once casos de factor tres que tiene que ver con el control oral, es decir, que estos jóvenes, mientras comen, perciben que los demás les presionan para que aumenten de peso.
El estudio, realizado por los psicólogos Daniel Ventura, Paola Arrufat y Marina Fernández, destaca que no se ha registrado ningún joven o adolescente con puntuaciones significativas en el llamado factor dos, relacionado con la bulimina, es decir, que tengan una preocupación excesiva por comer teniendo pensamientos intrusivos sobre comida.