El derecho a la desconexión digital se regula en la Ley de Protección de Datos Personales y de garantía de los derechos digitales de 2018 y en el artículo 20 del Estatuto de los Trabajadores. Tras la pandemia, y con la irrupción de nuevos modelos laborales, se impulsó aún más con la Ley 10/2021 de teletrabajo y trabajo a distancia.
Sin embargo, a pesar de todos estos esfuerzos legales destinados a limitar el uso de las tecnologías y cumplir los períodos de descanso, todavía queda un amplio camino por recorrer en el ámbito laboral, donde la no desconexión puede generar estrés y ansiedad en los trabajadores.
De acuerdo con los datos extraídos del último informe sobre Desconexión digital de InfoJobs, aunque todavía el 72% de los trabajadores españoles declara no desconectar del trabajo fuera del horario laboral, el dato es tres puntos porcentuales inferior al del año pasado (75%), y diez puntos porcentuales más bajo que el de 2021 (82%), lo que demuestra que la desconexión sigue mejorando poco a poco. El porcentaje de personas que no desconectan plenamente del trabajo se divide en un 29,6% que están conectadas siempre que sea necesario, y un 42,8% que lo hacen de forma esporádica.
Marta, una melillense que está emprendiendo su propio negocio digital, corrobora los datos y afirma que le cuesta mucho desconectar del trabajo cuando está de descanso. "Me cuesta mucho. Aunque esté en casa, tengo pensamientos recurrentes y también tiendo a estar pendiente del móvil de la empresa".
Ella es consciente de que este hábito no es nada saludable y que debería desconectar nada más poner un pie en la calle, pero es algo que le cuesta. "Cuando tienes un puesto de responsabilidad o el negocio es tuyo, es muy difícil no estar pensando en el trabajo a cada momento", explica.
También son muy significativos los datos relacionados con las vacaciones de verano. Así, el 62% de los trabajadores españoles responde llamadas, mensajes o correos electrónicos durante su periodo de descanso, un porcentaje que está por debajo de las cifras de 2022 y 2021. Respecto al año pasado, destaca el aumento de dos puntos porcentuales de la desconexión total en época de vacaciones (38%), aunque todavía hay un 25% de personas que se conecta cuando es necesario.
Pablo es una de esas personas que, aunque está de vacaciones, sigue pendiente del móvil o chequea para ver si todo va bien en la empresa donde trabaja. "Hablo con compañeros. Se que no debería hacerlo y que debería centrarme en mis vacaciones y disfrutar. Pero necesito saber que todo sigue igual y que no ha pasado nada malo. A veces tengo miedo de estar perdiéndome cosas importantes y volver de las vacaciones y encontrarme todo patas arriba".
También añade que "en plena era digital, desconectar de nuestras tareas laborales resulta complicado, pero hoy más que nunca las empresas deben apostar y velar por la desconexión digital, factor fundamental para garantizar la salud mental y la productividad de sus empleados".
Los hombres son los que menos desconectan
Si se tuviese que personificar la falta de desconexión digital, los datos del estudio de InfoJobs dibujan el perfil de un hombre de entre 45 y 65 años, que lleva más de 5 años en la empresa y con un cargo de responsabilidad (dirección, gerencia o consejo de administración o cargo intermedio) y teletrabaja.
En contraposición, el perfil del profesional que más consigue desconectar es el de una mujer joven (de 25 a 34 años), que cuenta con menos de 1 año de antigüedad, tiene un cargo de empleada o especialista y trabaja de forma presencial.
Salima nota la diferencia entre ella y su marido cuando están de vacaciones. Mientras ella es capaz de correr la cortina y dejar a un lado sus preocupaciones profesionales mientras están descansando, nota que Alberto no hace lo mismo. "Lo he hablado con él muchas veces y siempre es la misma historia. Dice que lo intenta, pero le cuesta mucho olvidarse del trabajo. A veces se puede poner a hablar de cosas del trabajo porque se ha acordado por algo y no para. Entra en bucle".
Explica que ella también tiene preocupaciones y a veces puede pecar de lo mismo que su pareja, pero ella se da cuenta e intenta contenerse. "Yo misma me digo que no tengo que centrarme en eso, que ahora es momento de descansar y que ya habrá tiempo en el futuro de preocuparme".
Coincide en que no es un hábito sano y por eso intenta mirar el móvil lo menos posible. Para ella, la llegada de los smartphone condenó la esclavitud a la vida laboral. "Ahora todos estamos pendientes al teléfono, nos llegan llamadas, mensajes y correos. Yo muchas veces me siento atada y me encantaría tirar el móvil a la basura".
Se queja de que no sólo es algo a nivel profesional, sino que el uso compulsivo del teléfono afecta a su vida personal y salud mental. Una lacra, dice, que ahora arrastramos todos y teme que tan sólo vaya a peor.
Por lo general, los datos de InfoJobs revelan que los hombres desconectan menos que las mujeres durante el periodo vacacional, mientras que fuera del horario laboral hay menos diferencias: la conexión esporádica se mantiene en niveles similares entre ambos.
Sin embargo, respecto al año pasado, se aprecia un cambio de tendencia, ya que disminuye el porcentaje de hombres que se conectan siempre que sea necesario fuera del horario laboral (pasa de un 35% a un 31%) y en vacaciones (del 29% baja al 26%), y aumenta el de aquellos que nunca se conectan fuera del horario laboral (del 22% de 2022 crece hasta el 26%) y en vacaciones (sube del 34% al 36%).
La obligación de responder
En lo que se refiere a los motivos y resultados que indican los trabajadores para responder correos y llamadas fuera del horario, no existen cambios significativos respecto a años anteriores: el 48% señala que no desconecta, porque se siente en la obligación de responder. A esta razón le siguen, en segunda y en tercera posición, el requerimiento del puesto de trabajo en cuestión (35% frente al 38% de 2022) y la finalización de asuntos pendientes por resolver (24%, idéntico porcentaje que el año pasado).
Por género, las mujeres se sienten en mayor medida en la obligación de responder (51%), mientras que la no desconexión en los hombres se debe más a las exigencias del propio puesto (39%). La mitad de la población ocupada (52%) de mayor edad también siente la obligación de responder, mientras que los jóvenes destacan que quieren estar al día de todo (30% en el rango de edad de los 16 a los 24 años, y 23% para los de 25 a 34 años).
De nuevo, la menor desconexión está relacionada con una mayor antigüedad de la empresa, aunque en comparación con el año pasado los cargos más altos bajan su porcentaje de conexión siempre que sea necesario, tanto fuera de horario laboral (que pasa del 62% al 56% actual) como en vacaciones (del 55% del año pasado baja al 48%). Quienes llevan más de cinco años son quienes justifican esa no desconexión por la obligación de responder (51%). Asimismo, 6 de cada 10 personas que trabajan en la dirección de la empresa achacan los requerimientos del puesto como principal motivo, porcentaje que baja según se reduce el puesto dentro de la empresa.
¿En qué rincón de España se desconecta menos?
En el análisis por comunidades autónomas, un año más Andalucía y la Comunidad Valenciana son las regiones con menor desconexión digital, tanto en vacaciones como fuera del horario laboral. 1 de cada 3 profesionales andaluces afirma conectarse en ambas situaciones. En la Comunidad Valenciana el porcentaje se sitúa en la misma proporción fuera del horario laboral, mientras que en vacaciones se encuentra en el 23%.
En Cataluña y Madrid los trabajadores siguen pendientes del trabajo fuera de su horario laboral (con un 24% y 25%, respectivamente) y en vacaciones (20% en ambos casos), pero en menor medida. Especial mención merece Madrid, que ha logrado reducir la desconexión digital en 5 y 3 puntos porcentuales fuera del horario laboral y en vacaciones, respectivamente.
En cuanto a los motivos para no desconectar, los valencianos destacan por justificar en mayor medida la no desconexión como horas extras (7% de las menciones frente al 3% de la media). Es también esta región (49%), junto con Andalucía (51%), la que más obligación siente de responder mensajes, llamadas o correos electrónicos.