La Policía Local de Melilla ha denunciado a un empresario de la ciudad por una práctica irregular detectada durante la noche del pasado viernes 21 de marzo. El hombre fue interceptado mientras circulaba en una furgoneta cargada con 23 bolsas de plástico doméstico, que contenían en su interior neumáticos usados y cortados. Según las autoridades, estaba arrojando estos residuos en contenedores de basura destinados exclusivamente a desechos domiciliarios.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 23:00 horas, cuando agentes del Grupo Operativo de Seguridad (GOS), pertenecientes al tercer turno, dieron el alto al vehículo tras observar una maniobra sospechosa en la vía pública, concretamente una marcha atrás no justificada. Al entrevistarse con el conductor, los agentes detectaron un estado de nerviosismo evidente y contradicciones en sus respuestas sobre los motivos de su desplazamiento a esa hora.
Desde el exterior de la furgoneta, los policías observaron una cantidad inusual de bolsas de basura en la zona de carga del vehículo. Al solicitarle al conductor que abriera el portón trasero para verificar el contenido, descubrieron que las bolsas contenían neumáticos claramente usados y cortados en forma circular. La cantidad total ascendía a 23 unidades embolsadas.
El implicado, según sus propias declaraciones, afirmó que se dirigía a un Punto Limpio para deshacerse legalmente de los residuos. Sin embargo, los agentes constataron que a esa hora el centro de recogida especializado se encontraba cerrado, lo que ponía en entredicho su versión.
Posteriormente, los operarios de la empresa Valoriza, encargada de la gestión de residuos urbanos en la ciudad, informaron a la Policía Local que esa misma noche habían encontrado siete bolsas con neumáticos en su interior en un contenedor situado en la calle Lirio. Una vez en el lugar, los agentes comprobaron que los neumáticos hallados coincidían en corte y forma con los que transportaba el empresario en su furgoneta, reforzando así la hipótesis de que había estado depositándolos en varios puntos de la ciudad de forma sistemática.
Por estos hechos, se ha interpuesto una denuncia administrativa por infracción del Reglamento de Recogida y Residuos Urbanos de la Ciudad Autónoma de Melilla. La sanción correspondiente podría alcanzar los 7.000 euros, dependiendo de la gravedad que finalmente se determine durante el procedimiento.
Este incidente no es un caso aislado. En septiembre de 2023, El Faro de Melilla ya informó de una operación policial en la que se detuvo a dos personas implicadas en el almacenamiento y vertido irregular de neumáticos junto al aeropuerto de Melilla, donde se localizaron toneladas de este tipo de residuos. Aquella actuación evidenció un problema recurrente en la gestión y eliminación de neumáticos fuera de los canales legales establecidos.
Además, Signus Ecovalor, entidad responsable del reciclado de los neumáticos fuera de uso procedentes del mercado de reposición, recogió en Melilla durante 2023 un total de 131 toneladas de neumáticos, lo que supone un 11% por encima de su obligación en la Ciudad Autónoma, de acuerdo con la Resolución del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico. Fueron retirados de 10 puntos de generación, principalmente servicios de neumáticos y talleres.
Desde las autoridades locales se recuerda que el abandono o la eliminación inadecuada de neumáticos constituye una infracción grave, tanto por su impacto medioambiental como por el riesgo que suponen si son mal almacenados, ya que pueden propagar incendios o convertirse en focos de proliferación de insectos y roedores.
Además, la normativa vigente estipula que estos residuos deben entregarse en centros autorizados o ser recogidos por gestores acreditados, siendo completamente inaceptable su deposición en contenedores comunes, una práctica que contribuye al colapso del sistema de recogida urbana y perjudica al conjunto de la ciudadanía.
La Policía Local de Melilla insiste en que continuará vigilando y sancionando este tipo de prácticas que atentan contra la salubridad y el medio ambiente urbano, al tiempo que hace un llamamiento a la responsabilidad individual de los empresarios para que cumplan con sus obligaciones legales en la gestión de residuos industriales o especiales.