Una profesora del instituto Enrique Nieto, de Melilla, denunció este jueves 9 de diciembre ante la Policía Nacional a un alumno suyo que le robó varias fotos de sus redes sociales, que hacen alusión a su vida privada, y las compartió en Instagram.
La docente también ha hecho extensiva la denuncia a una alumna que comentó las fotos compartidas por su compañero de instituto, utilizando calificativos que cuestionan la libertad sexual de su profesora, que en las imágenes aparece besando a otra mujer.
La denuncia, a la que ha tenido acceso El Faro, asegura que los hechos ocurrieron este mismo viernes 9 de diciembre cuando, antes de entrar a clase, una compañera de trabajo le comentó a la docente que ha interpuesto la denuncia que en un perfil de Instagram seguido por la mayor parte de sus alumnos uno de los estudiantes, identificado por su nombre, había compartido varias fotos que hacen referencia explícita a la vida a privada y a la orientación sexual de la profesora.
Además, una de sus alumnas, con la intención "de hacer gracias sobre su persona", añadió comentarios que cuestionan su orientación sexual, su estado civil y su maternidad, además de adjudicarle determinados comportamientos de índole sexual.
Para probar su acusación, la docente adjuntó a su denuncia capturas de pantallas del post de Instagram y de los comentarios que suscitó la publicación.
En declaraciones a El Faro, la docente explicó que las denuncias han sido interpuestas contra dos de sus alumnos de primero de la ESO por compartir fotos de sus redes sociales, pese a que no se trata de publicaciones públicas, sino privadas.
Ella está convencida de que la publicación en Instagram fue hecha con "la clara intención de menoscabar su imagen por su orientación sexual, que es algo que sólo atañe a ella misma", dice el texto de la denuncia, interpuesta a las 14:39 horas del jueves 9 de diciembre.
Consultado sobre el tema, el director provincial de Educación, Juan Ángel Berbel, explicó que "la difusión de fotos de cualquier persona, sin su consentimiento y con animus iunrandi (propósito de injuriar utilizando expresiones deshonrosas que implican menosprecio o descrédito de una persona), puede ser constitutivo de delito o infracción penal".
Asimismo, aclaró que "el protocolo marcado para estos casos es la Guía educativa para centros docentes, publicada por la Agencia Española de Protección de Datos de 2018, donde se resuelven técnicamente estas cuestiones y otras dudas suscitadas al efecto.
Delitos de odio en Melilla
Melilla registró el año pasado la tasa más alta de delitos de odio por cada 100.000 habitantes de todo el país con un 11,5%, según el último informe publicado por el Ministerio del Interior. En total, han sido 10 los delitos cometidos en el 2020, siete de ellos por la orientación sexual o identidad de género y tres por razones de género o sexo. Los 10 casos acabaron en infracciones penales.
También se han registrado en la ciudad siete detenciones, seis por el delito de odio por la orientación sexual o identidad de género y una por razones de género o sexo. Los hechos esclarecidos han sido seis en total, cuatro por delitos de odio contra la orientación sexual y dos por delitos de odio por razones de género o sexo.
A nivel nacional, los delitos de odio conocidos por las fuerzas de seguridad del Estado siguen creciendo en España y, en concreto, han aumentado un 9,3% en el primer semestre del año con respecto al mismo periodo de 2019 (el ejercicio anterior a la pandemia), hasta los 610, que en su mayoría fueron por racismo, ideología y orientación sexual.
Respecto a los datos de 2020, los delitos conocidos ascendieron a 1.401, con un descenso del 17,9% respecto a 2019 debido a las medidas de confinamiento y las restricciones a la movilidad con motivo de la pandemia.
Pese al descenso de 2020, el informe constata un aumento en ese año de los delitos contra personas con discapacidad (69,2%), de discriminación por razón de enfermedad (62,5%), discriminación por razón de sexo/género (43,5%) y antigitanismo (57,1%).