El presidente del Proyecto Melilla Jesús Delgado incluye "el impulso definitivo a la economía” entre los objetivos fundamentales del Gobierno de la Ciudad Autónoma para el próximo año.
Así, el máximo responsable de Promesa aclara que “el tiempo de la teoría, de los proyectos y de los anuncios" debe terminar cuando acabe el 2021.
Ahora, lo que toca, de acuerdo con Delgado, es "aplicar políticas de hechos consumados que pasen inexcusablemente" por la consolidación del "nuevo modelo económico que precisa la ciudad, basado fundamentalmente en las nuevas tecnologías y el desarrollo turístico".
Delgado explica que, si se desarrollan progresivamente los proyectos reflejados en el Plan Estratégico de Melilla, ofreciéndoles en un corto espacio de tiempo los recursos económicos que necesitan, y se mejoran "aún más nuestras ventajas fiscales", la ciudad podrá contar con más puestos de trabajo, que a su vez generarán un mayor dinamismo económico.
El presidente de Promesa insiste en que “la única hoja de ruta válida y avalada por la Ciudad Autónoma de Melilla, debe ser nuestro Plan Estratégico. Un documento de lo más completo que se ha hecho en Melilla en los últimos años" y "que sienta perfectamente las bases del desarrollo" futuro desde todos los puntos de vista.
Asimismo, Delgado considera que el desarrollo turístico de Melilla "seguirá siendo una utopía", en tanto no mejore la situación del transporte. Con los precios actuales de los servicios tanto aéreos como marítimos, menos frecuencias marítimas, una subvención del 75% de residente y la carestía de los precios que impide que peninsulares y extranjeros visiten Melilla, "es prácticamente imposible que el sector turístico se pueda desarrollar mínimamente”.
En su opinión, garantizar la prosperidad de Melilla dependerá, además, de que "los políticos, todos, seamos del color y signo político que seamos cada uno", sean capaces de ponerse de acuerdo y de trabajar en una misma dirección.