El desencuentro que mantienen las ONGs que rechazan y condenan la actuación de los ocho guardias civiles que fueron imputados por su actuación en la valla tras un salto el 15 de octubre de 2014 con el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, dio ayer un paso más.
Tras enviar el tercer comunicado (este firmado por más de 100 entidades) despreciando que se condecore a estos agentes y discrepando con la decisión de la Audiencia Provincial de Málaga por archivar definitivamente la causa, Fernández Díaz decidió responder, y dijo que, de cien veces que tuviera que hacerlo, cien veces volvería a condecorar a los guardias civiles.
Sin embargo, los colectivos sociales abrieron ayer un nuevo melón: el ministro tomó la decisión de otorgar la Medalla al Mérito Militar con distintivo blanco de la Guardia Civil estando “en funciones”. Según estas asociaciones, se trata de una medida que el titular de Interior no podría haber tomado, dado que al estar en funciones, se tiene que limitar a hacer trabajo del día a día. Apuntan que, en el caso de querer tomar una decisión de este tipo, tiene que justificar los motivos “de urgencia” que llevan al Ministerio a tomar la determinación de imponer esta distinción a los efectivos imputados.
Otro de los aspectos que vienen resaltando las organizaciones que se personaron como acusación particular en la causa es que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo aún tiene este caso abierto.
Desde las asociaciones (Prodein, Andalucía Acoge, APDHA y SOS Racismo) no ven bien que se condecore a los agentes, máxime cuando la Corte europea que se encarga de legislar sobre las garantías fundamentales sigue investigando si se cometió algún crimen en territorio español.
Puede ser que el Gobierno tuviera prisa por condecorar a estos agentes por el “mal trago” sufrido, algo que explicaría que, a juicio de las ONGs, el ministro se haya “extralimitado” en sus competencias tomando la decisión “en funciones”.
Por el contrario, esta decisión puede deberse a que Interior no espera que Estrasburgo dé ninguna sorpresa sobre la actuación de estos guardias en la alambrada de nuestra ciudad. Quizá sea porque la Comisión Europea, a través del titular de Migraciones, Dimitris Avramopoulos, se pronunció a favor del “marco legal” de las ‘devoluciones en caliente’, algo que seguramente su predecesora, Cecilia Malström, no habría hecho.