La campaña empezó este lunes y se prolongará, en principio, hasta el próximo febrero.
Desde que este pasado lunes comenzara la campaña de vacunación contra el virus de la gripe, son varias decenas de melillenses los que se han acercado hasta las consultas de Enfermería para solicitar su administración. Desde la Dirección Médica de Atención Primaria del Ingesa animan, precisamente, a que los ciudadanos que estén dentro de los colectivos de riesgo se vacunen para hacer frente a una de las enfermedades típicas del invierno y que más perjudica a un elevado número de personas. El director médico de Atención Primaria, José de la Vega, destacó a El Faro que diariamente se están acercando decenas de personas y subrayó que no hay que tener miedo, ya que hasta la fecha no se ha detectado ningún tipo de reacción y que “como mucho” puede dar a quienes reciben esta vacuna unos grados de fiebre. De la Vega recordó que los colectivos a los que se les administra esta vacuna son las personas mayores de 65 años, aquellos que tienen hipertensión, diabetes o son propensos a tener bronquitis. Los médicos y el servicio de Enfermería son los encargados de determinar si una persona se encuentra en situación de riesgo y por tanto puede ser mayor su probabilidad de padecer una gripe. Para ello, tienen en cuenta su historial clínico. Entre los colectivos que también se encuentran a la cabeza de ser primeros receptores de esta vacuna están los niños con algunas patologías o mayor sensibilidad ante estos virus. Los trabajadores que por su profesión tienen un mayor índice de riesgo en padecer esta enfermedad, según el director médico de Atención Primaria, son los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estados, como es el caso de Policía Local, Policía Nacional y Guardia Civil, además del personal sanitario y todos aquellos que trabajen en centros de salud o en lugares donde están en contacto con personas que puedan padecer esta enfermedad. Concretando, entre la población en riesgo se encuentran el personal de centros de salud; las mujeres embarazadas; las madres con bebés menores de 6 meses que no hayan recibido la vacuna durante la gestación; los niños entre 6 y 24 meses; los niños y adultos entre 2 y 64 años con enfermedades crónicas (respiratorias, renales, cardíacas, inmunológicas o diabetes, entre otras) y las personas mayores de 65 años en general. Enfermedad Desde los servicios sanitarios ponen de relieve que con esta vacuna se evita el virus de la gripe, aunque del mismo modo aclaran que las personas vacunadas no están exentas de padecer la enfermedad. Así lo subraya la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), que junto a su recomendación de vacunarse, especialmente a las personas con enfermedad respiratoria crónica, señala que el porcentaje de éxito es muy elevado (entre el 50 y el 70%), pero no impide que algunas personas desarrollen la infección. La gripe se caracteriza por malestar general, dolores musculares, fiebre elevada y sus efectos provocan que quienes la padecen tengan que estar varios días en cama. A pesar de que los picos de mayor índice de gripe estacional se producen en los meses de frío (especialmente enero y febrero), la campaña de vacunación ya ha comenzado para que los ciudadanos con más riesgo de sufrir esta enfermedad cuenten con los anticuerpos necesarios para no padecerla. La campaña de vacunación se prolongará hasta el mes de febrero, aunque dependerá de cuándo se vivirán en la ciudad los momentos de más frío. En esta ocasión se van a invertir 32.000 euros en vacunas, un coste que sufraga la Consejería de Presidencia y Salud Pública y se han adquirido 8.000 dosis que han sido distribuidas por los distintos centros de salud e instituciones de la ciudad. ¿Qué es el virus de la gripe? El virus de la gripe es una enfermedad vírica respiratoria que aparece generalmente en los fríos meses de invierno. Las personas con un buen estado de salud pueden estar curadas en un par de semanas sin necesidad de tratamiento médico, aunque por el contrario, los niños pequeños, las personas mayores y quienes padecen enfermedades previas (otitis, sinusitis, bronquitis o neumonía) tienen un riesgo más alto de sufrir complicaciones a causa de la gripe. En Melilla, el tipo de gripe que más afecta a la población es el B y el pasado año se registraron 343,67 casos por cada 100.000 habitantes. Unas cifras que demuestran que Melilla está por debajo de la media nacional.