El delegado del Gobierno, Gregorio Escobar, decía ayer que son las exigencias de la normativa europea las que están retardando el compromiso adquirido por el ministro Blanco tras su visita a Melilla en lo relativo a buscar soluciones al tema de la carestía de nuestro transporte aéreo con la Península. La socorrida Europa se invoca como bálsamo para un proceder que no tiene justificación, dado el tiempo transcurrido desde la última reunión de la comisión mixta creada para solucionar este problema y la falta de explicaciones al respecto a la Ciudad Autónoma desde el Ministerio de Fomento.
No es lógico que tras un trimestre no haya respuesta de ningún tipo y desde la Delegación del Gobierno se intenten mitigar las críticas por el mismo silencio aludiendo a la necesaria lealtad institucional y a supuestas exigencias de la UE. Teniendo en cuenta que la misma Unión Europea no puso ningún obstáculo a la declaración de servicio público de la línea aérea Sevilla-Almería, cuesta trabajo creer que sí pueda suponerlo para las líneas con Melilla.