Un ex afiliado de Ciudadanos (C’s) Melilla ha denunciado una supuesta financiación irregular de la que fuera su formación política.
Según explicó en declaraciones a El Faro, en la pasada campaña electoral el líder de su partido en la ciudad, Eduardo de Castro, recaudó 50 euros por barba entre miembros de la formación naranja melillense para realizar “algunas compras como banderas o papeletas”, según ha reconocido a este diario el propio De Castro.
La Ley de Financiación de Partidos no impide las aportaciones de los afiliados, simpatizantes etc, pero exige que se hagan a través de cuentas bancarias, con total transparencia. De esta forma se aleja cualquier sospecha de ‘pitufeo’ o ‘trabajo de hormigas’, métodos antiquísimos utilizados desde que se inventó el delito.
Al líder de C’s Melilla, que se jacta de ser adalid de la legalidad, lo han pillado con el pie cambiado.
Según ha explicado el propio De Castro, la acusación de este ex afiliado es una pataleta porque en C’s no quisieron contratarlo como auxiliar administrativo.
Sea como fuere, esta persona lamenta que tras enviar a la sede nacional de la formación naranja información que demuestra sus acusaciones, no hayan tomado ninguna medida con De Castro, a quien también acusa de presionar a los militantes para que votaran a favor de uno de los dos candidatos a encabezar la lista del Congreso.
De Castro, por su parte, se limita a desprestigiar a su denunciante para restarle credibilidad. Pero resulta que esa persona guarda las conversaciones de WhatsApp, a las que ha tenido acceso El Faro, que recogen la supuesta práctica irregular del líder de C’s.
En el último año, la formación de Rivera se ha presentado a las elecciones municipales y generales en Melilla; ha conseguido tres diputados en la Asamblea y un 15,55% de los votos emitidos en la ciudad en las generales del 20-D.
El mérito es de Eduardo De Castro, que lideró la iniciativa local. Eso le ha dado fuerzas para arremeter con dureza contra todo lo que se mueve a sus alrededor.
Con tantos frentes abiertos, ahora le acusan de descuidar las normas de funcionamiento de los partidos y de la democracia. Es uno de sus ex afiliados quien le enmienda la plana y lo hace ante los lectores de El Faro.