Josep Enric Herman afronta hoy su último concierto como director de la agrupación musical melillense tras cuatro años al frente de la banda.
Desde 2011, Josep Enric Herman ha ejercido de director musical de la Asociación Banda, Orquesta y Coro Ciudad de Melilla. Este fin de semana, será la última vez que se ponga al frente de los músicos de la ciudad y lo hará en la que ha sido prácticamente su casa en los últimos años, el Teatro Kursaal. Bajo su dirección la agrupación ha crecido notablemente, tanto profesionalmente como en número de músicos. Herman asegura que no es sólo por su labor que la orquesta ha mejorado en los últimos años, sino que se debe a una confluencia de situaciones que tienen como base el buen ambiente.
En declaraciones a El Faro, el todavía director de la banda y orquesta afirma que los principales cambios de los últimos años son “un crecimiento de las agrupaciones, tanto banda como orquesta” y la variación de los programas musicales, que han ganado calidad. Herman asegura que estas mejoras no son a causa de su papel como director, sino de una conjunción de situaciones que ha dado estabilidad a la agrupación musical.
Por un lado, influye la “paz social” que se respira dentro de la banda. El aún director asegura que “si hay buen ambiente los integrantes rinden más y se pueden hacer más cosas”. Asimismo, considera que el nuevo presidente, Sergio Rincón, ha traído “aires de renovación” y ha conseguido que la asociación se asiente después de muchos años de inestabilidades.
Por otro lado, la inauguración del Teatro Kursaal ha dado a la asociación una especie de casa donde recibir a los melillenses y embriagarlos con su música. Desde que realizan sus conciertos allí, el público ha respondido mucho mejor, por lo que están “obligados a ser más ambiciosos”.
Además, el nuevo estado de la asociación, que ya no forma parte de la Ciudad Autónoma pero recibe una subvención, hace que tengan más independencia a la hora de actuar y gestionarse. “La asociacion se ha reconducido y se ha creado a sí misma. Pasó de ser tutelada a dejar de serlo. El director antes lo pagaba el ayuntamiento y ahora lo paga la asociación”, afirma el músico, que además opina que era negativo que mandase “directamente el político, que no sabe de música”.
Herman considera que “todo lo que se ha conseguido es gracias a tener un sitio donde tocar y la estabilidad que antes no había”. Además, personalmente asegura que “no creo que haya hecho nada. Creo que si las cosas funcionan no hay que tocarlas” y opina que la naturalidad es lo mejor para crear un ambiente de trabajo.
Director por casualidad
Sin embargo, la llegada de Herman a la dirección de la orquesta y banda de Melilla fue casi una casualidad, porque hubo un problema con el anterior director y la agrupación empezó a buscar uno. “Fui presidente de la asociación durante siete años”, asegura el todavía director, que explica que al ver que “económicamente traer una persona de fuera era muy costoso” llegaron a la conclusión de que él mismo podría ocupar el cargo al tener los estudios correspondientes. “Fue de rebote”, concluye Herman.
Balance positivo
De estos cuatro años dirigiendo la orquesta y la banda de la ciudad, el director asegura que hace un balance “positivo” y afirma que “todo lo que se ha conseguido es grancias a tener un sitio donde tocar y a la estabilidad que antes no había”. Por tanto, el crecimiento y la profesionalización como agrupación es parte del legado de este músico.
Además, considera que la evolución en las interpretaciones de los conciertos ha sido muy notable y que “se puede ver en los programas”. Asimismo, cree que el público ha respondido muy bien ante su cambio. “Hicimos Carmen hace nueve o diez años y la gente se quedaba en los pasillos del Kursaal porque no quedaban asientos libres”, asegura.
A las 12:00 de hoy, Josep Enric Herman se sube a las tablas del Kursaal por última vez al frente de la banda de música de la ciudad. En ella, los melillenses podrán escuchar versiones de canciones de ronck and roll de Elvis, The Beatles o Pink Floyd. El viernes ofreció el útimo concierto dirigindo a la orquesta, en el que se pudieron escuchar grandes temas de la música clásica.