Miguel Ángel Oeste describe en su novela ‘Bobby logan’, a través de un grupo de chicos, que la juventud no siempre es esa edad dorada de la que recordamos sólo los aspectos más bonitos y positivos.
Para el periodista y escritor Miguel Ángel Oeste Melilla no es una ciudad extraña. Su relación con esta tierra comenzó hace unos diez años, cuando desde la UNED se le invitó a presentar una película, ‘El camino a casa’, dirigida por Zhang Yimou. Sus colaboraciones con Melilla han seguido a lo largo de los años, por ejemplo en 2010 participó en ‘Melillenses’, un documental dirigido por Moisés Salama. Actualmente pertecene al equipo que organiza la Semana de Cine de la ciudad. Este joven escritor estuvo hace unas semanas presentando en la UNED su primera novela, ‘Bobby Logan’. Se trata de un texto donde habla de la derrota de la juventud a través de un grupo de chavales en la ciudad de Málaga.
En esta historia narrada por Oeste no se describen a los clásicos personajes de la literatura juvenil que están estereotipados, como el chico listo, la chica guapa, el gordito o el chaval valiente, sino que evita encasillar a los protagonistas por características tan simples. Así, Oeste aseguró a El Faro que ha evitado precisamente caer en este terreno de personajes jóvenes clásicos.
–¿Qué es ‘Bobby logan’?
–Era una discoteca de Málaga. ‘Bobby logan’ es una metáfora en la novela. Al igual que ocurre con ‘Moby Dick’ de Herman Melville lo que se narra no es la vida de la ballena sino la historia del capitán Ahab, con esta novela pasa lo mismo. Habla de un grupo de jóvenes y ‘Bobby logan’ es un espacio que funciona como puente entre todos los personajes. Se trata de una historia universal y lo ha leído gente de Madrid, Barcelona y les ha encantado. Son cosas que pueden ocurrir en cualquier sitio.
–¿Cómo surge escribir esta novela?
–Tenía la historia bastante clara, pero esas ideas del principio a medida que se va escribiendo se van cambiando. Yo quería hacer una historia sobra la memoria, pero que no fuera nada complaciente. A medida que vamos creciendo tendemos a considerar que el pasado fue mejor que lo que vivimos en el momento y olvidamos muchos desagradables o vamos modificandolos en nuestra memoria idílica. Ya que en el fondo, no fueron tan maravillosos. Ésta era la idea de partida de la novela.
–¿Es una novela con muchos personajes?
–Quise colocar a un grupo de chicos en la tesitura de ese cambio crucial de final de la juventud y paso a la madurez y de cómo cuando dejan de ser jóvenes. Entran en el mundo adulto y la vida les empieza a dar una serie de desagradables infurtunios, empiezan las frustraciones y las trampas. Está narrado por una persona que nunca se dice en la novela Recoge las remodelaciones de la memoria de uno de los personajes a través de distintas historias.
–¿Aparecen en este libro muchos recuerdos de su juventud? ¿Ha tenido que indagar en su memoria de adolescente para aportar algún dato a esta novela?
–No es una novela biográfica ni autobiográfica. Los personajes son muy extremos y no tienen que ver conmigo, pero siempre se filtra algo y habrá elementos mios en la novela. Para eso contamos historias, vivimos y leemos. Esto también aparece en la novela. El personaje narrador se salva a través de la ficción. La novela está proyectada por imágenes y al final este narrador va a ver su casa vieja y descubre que es una librería. Es una metáfora de esa ficción. A lo largo de la vida se van perdiendo muchas cosas por el camino y, como forma de sanación, las personas van modificando, dulcificando o haciendo más positivo el pasado para vivir de forma más sosegada. A todos nos ha pasado vivir cosas que no eran agradables. Cuanto eres joven todo se vive con mucha más intensidad, energía y fuerza y a medida que vamos creciendo esta misma energía se va diluyendo y se va perdiendo. También se habla en la novela de esto. De la fuerza que que se va perdiendo. Estos chicos en la playa están totalmente perdidos, vienen de familias totalmente desestructuradas, la mayoría no estudian, y están esperando a que lleguen olas y en una zona donde no hay. Lo único que tienen para agarrase es el surf y una amistad, que en la juventud es un tanto egoísta o circunstancial.
–No obstante, sí que le ha puesto el nombre de algún amigo suyo a algunos personajes.
–La mayoría de los nombres y de los apodos coinciden con amigos mios, pero les pedí permiso para utilizarlos. Pero mis amigos no son los mismo que hacen las acciones en la novela, aunque me hacía gracia ponerles sus nombres a estos personajes como un homenaje y un guiño. A ellos también les ha gustado.
-¿Se habla de un pasado para volver a vivirlo?
-La novela siempre persigue esa idea del pasado que nunca se podrá atrapar. Si tratas de vivirlo de nuevo, será frustrante. Lo que se vive en el pasado nunca más se podrá recuperar y acaba siendo un fracaso emocional.
–De forma habitual, es usted quien escribe sobre el trabajo de otros, pero ¿qué le ha parecido ser el que recibe los comentarios o las críticas?
–No ha habido tantos. Hay gente que le ha gustado y otros que no y en ambos casos es maravillo.
–¿Es un libro para adultos o jóvenes?
–Las opiniones más positivas las estoy recibiendo de la gente que es más mayor, más que de gente de mi generación. Escritores que no conocen Málaga y que desconocen esta discoteca me han enviado correos muy elogiosos.
–¿Cuáles son sus siguientes proyectos?
–Tengo una novela escrita que quiero enviar a distintas editoriales después del verano. Se trata de la historia de un cantante inglés, Nicholas Rodney Drake. Murió muy joven en unas circunstancias que siguen sin resolverse pues se desconoce si fue un suicidio o se murió de forma accidental. Sólo realizó tres discos, pero fueron maravillosos. La idea de la novela es tratar a los fantasmas que conocieron a Nick Drake y que se quedaron anclados a través de este personaje. Será una novela más clásica en estructura que ‘Bobby logan’.