CSIF ha manifestado la "sensación de abandono" que el profesorado de Melilla siente por parte del Ministerio de Educación durante la reunión que sus representantes mantuvieron recientemente con la directora general de Planificación y Gestión Educativa, María Muñoz, y la subdirectora general de Gestión de Centros, Inspección y Planificación, Librada Cabrera, que estuvo en la ciudad el pasado mes de enero. Durante ese contacto, el sindicato pidió que se aborden con urgencias temas como la creación de una mesa de negociación propia con carácter vinculante y que trascienda del carácter “consultivo” de estas reuniones o del grupo de trabajo de Ceuta y Melilla, que, según afirma, tampoco funciona desde hace años.
"De nuevo, como si del 'día de la marmota' se tratase, bajo un único punto del orden del día: “Temas de interés común”, los sindicatos de educación de Melilla han sido convocados a una reunión con representantes ministeriales. Esta vuelve a ser, en palabras de la directora general, una 'visita express' en la que las responsables de áreas ministeriales quieren conocer los temas que nos preocupan y las demandas de los representantes del profesorado", señala la organización que lidera Luis Escobar.
En la reunión, la directora general dejó claro que sus competencias “son limitadas”, pero que sí se compromete, una vez más, a elevar las reivindicaciones que excedan del ámbito de su gestión.
Por lo tanto, la reunión ha comenzado directamente por “ruegos y preguntas”, punto en el que CSIF ha querido remarcar que no va ni a “perder el tiempo ni hacérselo perder” repitiendo reivindicaciones importantes que ya han sido transmitidas y que el Ministerio conoce y tiene por escrito, ya que su objetivo es el de concienciarles de la necesidad de una negociación real y "no el de darse autobombo ante los compañeros en los centros".
CSIF ha puesto de manifiesto también el enorme incremento de alumnado con necesidades especiales, con lo que resulta "insuficiente" el cupo de profesorado para atenderlos. Es más, el sindicato se pregunta si ese número se reducirá el curso que viene, puesto que finaliza el programa de “recuperación y resiliencia” iniciado por el Ministerio tras la pandemia.
Esta organización sindical ha reclamado también una actualización normativa de la que, en muchos aspectos, y al contrario de lo que pasa en el resto de Comunidades Autónomas, se carece en Melilla, lo cual provoca una merma en los derechos de los docentes melillenses con respecto a los peninsulares.
Asimismo,CSIF ha rogado que las cuestiones que afectan a las condiciones laborales del profesorado, como las instrucciones de inicio de curso que regulan muchos aspectos de la vida de los centros, sean realmente negociadas y discutidas con los representantes del profesorado y "no una petición de alegaciones que ni siquiera contestan ni sirven para cambiar nada".
También se han mencionado otros temas, a veces sacados por los representantes sindicales y a veces por la propia administración, de gran preocupación en Melilla, como las contrataciones de personal laboral, las ratios y las nuevas y futuras construcciones, aludiéndose a ellos más como avances que como demandas.
La directora general se ha justificado ante la lentitud de ciertos aspectos diciendo que, a pesar de todo el trabajo que realizan en el Ministerio, éste se encuentra con dos fuertes “muros”: el ministerio de Hacienda y el ministerio de Función Pública. "Desde CSIF se le ha sugerido que se inviten a representantes de estos ministerios a reuniones de negociación o que se exija, desde el Educación, la introducción de puntos relativos a Ceuta y Melilla en las reuniones con los representantes sindicales a nivel nacional. Por nuestra parte también los exigiremos a nuestras organizaciones, como ya se hace en la Mesa Sectorial Nacional de Educación".
Finalmente, el sindicato agradece públicamente tanto a Muñoz y a Carrera, "su buena disposición de diálogo y voluntad y la voluntad de acercarse a la realidad de la ciudad, y que ésta no sea un 'más de lo mismo' de lo que venimos sufriendo desde hace años: ni una mala palabra ni un buen gesto para con la educación de Melilla".