El sindicato de educación afirma que las condiciones del centro para alumnos y docentes son “paupérrimas”.
La sección de educación del sindicato CSI-F denunció ayer mediante una nota de prensa que en el CEIP León Solá hay dos aulas inutilizadas por un derrumbamiento en los techos de sendas clases de Infantil. Según la organización, se trata de una habitación destinada a niños de cinco años y otra que se utilizaba para dar clases de psicomotricidad.
Para CSI-F, la falta de estos dos espacios a causa de pérdidas de agua de los cuartos de baño ha causado “cierto trastorno al funcionamiento normal de las clases” dado que, según expone el sindicato, un grupo de estudiantes ha tenido que ser trasladado a la zona de Primaria, mientras que las clases de actividades psicomotrices ahora se realizan en el patio del centro.
Además, esta organización denuncia que surgen ciertos problemas de esta “paupérrima” situación, como que el mobiliario de las aulas sea ahora insuficiente, que los estudiantes no dispongan de pizarra digital, que las niñas tengan que subir a la planta de arriba para ir al baño o que las clases en exteriores dependan del clima.