Coalición por Melilla (CpM) exige al Gobierno local que modifique el reglamento de Terraza de Melilla para que se permita el uso de las barbacoas y los anafres en los establecimientos y locales de hostelería, así lo ha comunicado el diputado local Rachid Bussian.
Hace unas cuantas semanas la Consejería de Seguridad Ciudadana hacía pública la prohibición de las barbacoas y los populares anafres en las terrazas de los locales de hostelería con la puesta en vigor del nuevo reglamento de la Ciudad Autónoma. Durante el último mes, además, los agentes de la Policía Local visitaron los establecimientos para informar acerca de la regulación a los hosteleros.
Desde CpM exigen al Gobierno una adaptación de la normativa y una modificación del reglamento, concretamente del artículo 15 y el capítulo 6, para permitir el uso de las barbacoas en las terrazas de los locales.
El artículo 15 prohíbe de forma general el uso de barbacoas o instalaciones análogas. Los cepemistas piden una “revisión inmediata” para establecer unas condiciones especiales para su uso y regulación.
En el apartado f de Condiciones Generales dice que “se prohíbe la instalación de barbacoas o instalaciones análogas”, mientras que en el artículo 23 establece que se consideran infracciones graves la colocación de barbacoas o cualquier clase de elementos no autorizados.
Destaca Rachid Bussian que el anuncio de Seguridad Ciudadana ha provocado “inquietud y bastante preocupación” en el sector. Ante este malestar, pide que se dé “un tiempo prudencial” a los hosteleros hasta la modificación de la normativa vigente para llevar a cabo cualquier tipo de sanción.
Asimismo, ha expresado su preocupación ante las declaraciones de Daniel Ventura, consejero de Seguridad Ciudadana, sobre que se iba a permitir el uso de las barbacoas en determinados locales. “No hay que ser selectivos”, subraya Bussian, quien aboga porque se permita su uso en todos los establecimientos.
Igualmente, ha resaltado el valor que los anafres tienen para la imagen cultural de Melilla, que podría verse modificada y, por ende, afectar al turismo local. “Nuestra cultura y gastronomía no se entenderían con esas imágenes que proyectamos hacia el exterior con otras terrazas y barbacoas con los platos de nuestra ciudad”, señala.
Sobre este asunto, recuerda, hay una “voz unánime” que se ha posicionado en las redes sociales. Al igual que Ventura hizo caso de esta demanda popular para la apertura del Dique Sur, el cepemista cree que en este caso debería ser igual.
Modificar la normativa no llevaría mucho tiempo y podría hacerse en poco más de un día, señala Bussian, como ha ocurrido con el cambio de color de la franja de los taxis, que se modificó el reglamento regulador de servicio de transferencia de la ciudad en apenas 24 horas. Por eso, apremia a que se lleve a cabo este cambio y se establezca como “prioridad”, dado que incide directamente en la economía local.
Pido mil disculpas, a quién haya podido irritar, con mi comentario anterior, sobre el empleo de la palabra “exigir”. Ya veo y he leído, que la mayoría de los que se dedican a la política, la emplean habitualmente con normalidad, dejando anulado el contexto en el que se desenvolvía con anterioridad. Ahora parece que da muchos votos, y como todo gira alrededor de los mismos, pues bien está. Los años, no perdonan.
Es impactante, la forma de proceder actualmente, por parte de algunas personas, al no pedir en buenas lizas, sino, ¡ahí!, “exigiendo”, demandando, y no como habitualmente se hacía en estos casos “suplicando”, recurriendo, como las directrices del proceder marcaban.