La Consejería de Políticas Sociales, Salud Pública y Bienestar Social da por controlado el brote de sarna que se produjo días atrás en el centro Gámez Morón de la ciudad y que afectó a tres de los residentes y dos trabajadores, según ha informado la consejera, la socialista Paqui Maeso. Los primeros fueron diagnosticados y tratados por la propia médica del centro mientras los segundos lo fueron por sus respectivos médicos de familia.
Tras conocerse el brote de sarna, la Consejería inició el tratamiento de desinfección a través de una empresa autorizada y se han cambiado todos los somieres y colchones. El lunes pasado se fumigó todas las zonas comunes y ayer los residentes fueron trasladados a una planta distinta para poder cerrar otra y fumigarla; dentro de 24 horas se hará lo propio con la vuelta de estas personas a las instalaciones ya limpias para poder tratar lo que reste del edificio.
Según contó la consejera, inicialmente se procedió a la fumigación contra pulgones y otros insectos ante la posibilidad de que se tratara de algunas picaduras de los “bichitos” procedentes del jardín. Sin embargo, después se comprobó que el diagnóstico era de sarna, una patología “nada alarmante” y que se produce entre los humanos con “cierta frecuencia”, además de que tiene un “diagnóstico sencillo” y un tratamiento eficaz.
Paqui Maeso, por su parte, respondió a las críticas vertidas por los sindicatos CC.OO. y UGT con respecto a la situación del personal en el centro y aseguró que habla muy a menudo con la directora sin que jamás le haya trasladado problemas como los que comentan las organizaciones sindicales. En ese sentido, admitió que el centro está al cien por cien de su capacidad pero “nunca se me ha comunicado que haya falta de personal”, manifestó para recordar que la gestión del Gámez Morón está en manos de una empresa.
Pese a ello, la consejera apuntó que mantendrá reuniones para ver si está sucediendo algo que pueda afectar al normal funcionamiento de las instalaciones, en la que conviven residentes internos y otros a los que se denomina “medio pensionistas” porque no pernoctan allí.
En cuanto a que haya un protocolo sanitario antes de admitir a nuevos residentes, Maeso señaló que eso “ya existe”.