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La viceconsejera de Integración Cultural dice que está satisfecha porque sólo deseaba limpiar su nombre
El juzgado de lo Penal número 1 de Melilla ha condenado por calumnias al hombre que acusó a la viceconsejera de Integración Cultural, Nasera Al-Lal, de comprar votos. Esas declaraciones las hizo en un programa de televisión en el año 2014. El fallo del juez le condena como autor de un delito de calumnia a la pena del pago de seis euros diarios durante 22 meses. Se trata de una multa de cerca de 4.000 euros. En el caso de que no abone esta cantidad, se le impondrá una pena de once meses de prisión, según se recoge en la sentencia de este caso.
Asimismo, se indica que tanto este hombre como la empresa Contenidos Melilla SL (propietaria del canal donde se emitió estas declaraciones, Cablemel TV) deben pagar solidariamente 5.000 en concepto de responsabilidad civil a la viceconsejera.
Fue a finales de octubre del pasado año cuando Al-Lal acudió a declarar en el juzgado de lo Penal número 1 tras haber denunciado hace unos años a un individuo que aseveró en un programa de televisión de una cadena privada que ella compraba votos para el PP en La Cañada en las elecciones autonómicas de 2011. En el reportaje donde se emitieron estas afirmaciones se identifica perfectamente que está hablando de Al-Lal. Además, esta información se reprodujo varias ocasiones más en diferentes horarios.
La viceconsejera de Integración Cultural declaró que esas palabras hicieron que tanto su familia como ella “vivieran un infierno”. En 2014, era viceconsejera pero de otra área del Gobierno local: Participación Ciudadana.
“Satisfacción”
Al-Lal afirmó a El Faro ayer que “finalmente se ha hecho justicia”. Aseguró que “la verdad sólo tiene un camino” y que el denunciado y ahora ya condenado por el juzgado de lo Penal número 1 la acusó de una actuación muy grave sin tener pruebas.
“Estoy muy contenta y muy satisfecha. Llevaba tres años esperando esta sentencia”, señaló.
La viceconsejera de Integración Cultural insistió en que aquella acusación en un canal privado de televisión era “falsa” y que el tiempo y la verdad han llevado a lograr la justicia en su caso.
Al-Lal no quiso entrar a valorar la pena que el juez ha ordenado. “Lo único que me importa es limpiar mi nombre. Es lo único que quería. Cuando alguien dice una mentira, algo queda. Pero con esta sentencia no hay duda de que era falsa esa acusación y yo y mi familia ya podemos estar satisfechos al ver mi nombre limpio”, añadió.
Los hechos
La viceconsejera explicó en el juicio que, tras la emisión de ese reportaje en el que se le acusaba de comprar votos para el PP, mucha gente la increpaba por la calle llamándola “mora traidora” y “chivata de los cristianos”. Aseguró que también “había pasado un infierno” hasta el punto de que su hija no quería asistir a sus clases en el colegio porque le escupían y la llamaban “traidora de los musulmanes”. Añadió que el canal de televisión no le llamó para ver si las afirmaciones de ese hombre eran ciertas o no. No obstante, una periodista encargada del programa en el que se puso este reportaje indicó que sí la habían llamado.
También se recogió en el juicio la declaración de una amiga de Al-Lal que afirmó que esas declaraciones afectaron a su vida, así como la de un miembro de la Comunidad Musulmana, que apuntó que había perdido amistades porque estaba cerca de la viceconsejera y llevaba proyectos con ella.
El denunciado y ahora condenado no asistió al juzgado.
La sentencia
El juez señala en la sentencia que condena a este hombre por un delito de calumnia porque “sin la menor verificación ni comprobación afirmó en un programa de televisión que Nasera Al-Lal le había pagado dinero a cambio de su voto. Además, apunta que este individuo “no ha prestado la más mínima colaboración a la Administración de Justicia no habiendo demostrado el menor arrepentimiento por sus hechos”. Añade que no ha hecho nada por reparar el daño causado y que se debe tener en cuenta que Al-Lal era viceconsejera y esas declaraciones suponían un “descrédito”, sobre todo, cuando se trata de una persona dedicada a la política.