Una joven marroquí ha sido condenada a cuatro meses de cárcel y una multa por haber abandonado a su marido en la misma noche de bodas y haber huido con su amante, también condenado a la misma pena.
El denunciante es el padre de la novia, que considera que con su actitud la joven mancilló el honor de la familia y el del pueblo entero de Imin Tanut, al sur de la ciudad de Marraquech, según recogió ayer el diario Ahdaz al Magrebiya.
Sucedió a principios de agosto, cuando la familia se empeñó en casar a la joven de 19 años contra su voluntad, pese a que estaba enamorada de otro.
Al no poder oponerse a la voluntad de su familia en una región donde las tradiciones pasan por encima de los individuos, la joven fingió plegarse a los deseos del padre y preparó la boda, pero a escondidas planeó la fuga con su amante y la llevó a cabo el día de su boda.
El juez no dudó en castigar el amor, o mejor dicho el adulterio, e impuso a los amantes una pena de cuatro meses de cárcel y una multa de 500 dirhams (unos 50 euros).