El titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Melilla ha dictado condena para un hombre como autor de un delito contra la seguridad vial. Así lo hizo el juez después de que el individuo reconociese su culpabilidad durante el juicio, celebrado este martes. El procesado admitió que circuló bajo los efectos del cannabis y de forma temeraria. La Policía Local trató de darle el alto y él inició una fuga en la que puso en riesgo la integridad de las personas, llegando a ocasionar lesiones a una mujer tras colisionar con su coche.
Los hechos enjuiciados tuvieron lugar el 31 de diciembre de 2015, sobre las 23:30 horas. Según se recoge en el escrito de acusación de la Fiscalía, agentes de la Policía Local se percataron de que el individuo realizaba “maniobras temerarias” en la calle Sidi Mohamed Tahar. Ante esta actitud, le hicieron las indicaciones para que se detuviera, pero el hombre reaccionó haciendo caso omiso.
Los policías activaron las señales acústicas y luminosas del vehículo y el individuo emprendió una fuga, dando lugar a su persecución. Durante su huida, el conductor impactó contra el retrovisor de un vehículo que permanecía correctamente estacionado. Luego continuó su marcha temeraria, en la que circuló en medio de dos carriles y, siempre según recoge la Fiscalía en su escrito, puso en riesgo la integridad del resto de personas.
De hecho, como reconoció el individuo en la vista, terminó colisionando con otro vehículo y ocasionando lesiones en la zona cervical a su conductora. El accidente tuvo lugar después de que el hombre se saltase la señal de parada obligatoria que hay en la rotonda de Farhana. La víctima estuvo de baja durante 25 días a causa del golpe.
El hombre afirmó que condujo bajo los efectos del tetrahidrocannabinol, que es el principal constituyente psicoactivo del cannabis.
Conformidad con la fiscal
La fiscal del caso y el procesado llegaron a un acuerdo por el que se le rebajaría el castigo solicitado inicialmente si colaboraba con la Administración de Justicia al reconocer los hechos expuestos en el escrito acusatorio. Así, la pena definitiva que pidió el Ministerio Público fue de un año de prisión, además de dos años y medio de privación del derecho a conducir vehículos a motor o ciclomotores. El hombre estuvo conforme con la petición.
Por otro lado, tendrá que abonar una multa de 1.080 euros y pagar 2.393 euros en concepto de responsabilidad civil por los daños y las lesiones ocasionadas.
En este caso, como el individuo no tenía antecedentes penales, la fiscal accedió a suspender su ingreso en prisión por un plazo de tres años, en los que se le revocaría la suspensión si volviese a delinquir. Esto es posible cuando la persona no tiene otras condenas de la misma naturaleza y cuando se le reclama una pena inferior a dos años.
No obstante, el juez advirtió al condenado de que, si no pagase la multa, iría tres meses a la cárcel.