Una mujer fue ayer condenada a una pena de dos años y cinco meses de prisión como autora de varios delitos: uno de robo con fuerza, otro de revelación y descubrimiento de secretos; y otro tercero de estafa en grado de tentativa. La mujer reconoció ante el juez titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Melilla que había cometido los hechos descritos en el escrito de acusación. Es decir, admitió que robó varias cartas de los buzones de un portal y valiéndose de la documentación sustraída, intentó hacerse pasar por otra mujer para estafar a un banco.
Esto sucedió el 21 de abril de 2016. Según recoge la Fiscalía en su escrito, sobre las 9:00 horas, la mujer entró en el portal en el que el PP de Melilla tiene su sede, situado en la calle Roberto Cano. Una vez dentro, forzó los buzones para robar las cartas que hubiera en su interior. Finalmente, se valió de las misivas de una de las vecinas del edificio y se presentó en una sucursal del banco Santander, en la plaza de España. Mostrando la documentación robada, intentó sacar un duplicado de la cartilla de la víctima.
Aunque esta era la primera vez que intentaba llevar a cabo la estafa en Melilla, ya había sido condenada por hechos similares en la península. La entidad bancaria ya conocía el historial de la procesada, por lo que se llamó a la Policía mientras retenían a la mujer.
Según la denuncia formulada, la encausada robó un total de 19 sobres del Banco Popular, una carta de Telefónica y otra de Cablemel. Con toda esta documentación intentó hacerse pasar por la víctima.
Acuerdo de conformidad
La mujer entró a la sala del juicio esposada, acompañada de dos policías nacionales. Su letrado ya había pactado una conformidad con el Ministerio Público, lo que necesariamente implica el reconocimiento de los hechos por parte de la persona acusada. De esta manera, la fiscal modificó la calificación de las penas inicial de su escrito. Pasó de pedirle tres años por el delito de robo con fuerza; otros cuatro años por descubrimiento y revelación de secretos; y otros cinco meses de prisión por el intento de estafa; a pedirle un total de dos años y cinco meses de cárcel. También solicitó para ella una multa de 990 euros.
Una vez finalizada la sesión, la mujer manifestó que quería pedir perdón a la víctima. El juez la hizo pasar a la sala, pero la procesada, que lloraba, era incapaz de articular palabra. El titular del Juzgado de lo Penal 1 se encargó de trasladar las disculpas a la perjudicada, además de informarle de la condena que le había caído a la acusada.