El decano de los arquitectos, Javier Herrera, responsabiliza a Gaselec del cableado de telefonía y televisión que afea edificios restaurados · Gustavo Cabanillas, propietario de la compañía, lo niega a El Faro. El decano del Colegio de Arquitectos de Melilla, Javier Herrera, anima a la Ciudad Autónoma a aprobar una normativa municipal que regule el soterramiento de los cables que afean las fachadas de los edificios restaurados.
“Nosotros como Colegio sólo podemos denunciarlo. Fomento tiene que sacar una ordenanza para embellecer las fachadas. No he visto ningún papel ni de Patrimonio ni de la Consejería que diga que no se pueden poner los cables en las fachadas. Tenemos todas las normas y el Plan General de Ordenación Urbana, pero no tenemos ningún escrito que diga que los cables deben ir canalizados o empotrados”, apunta Javier Herrera.
Sí existe, aclara el decano de los arquitectos de Melilla, una ordenanza que regula las antenas parabólicas o los aires acondicionados en las fachadas, pero no se ha hecho nada respecto al cableado que está a la vista, pese a que la imagen que dan de la ciudad es “tercermundista”.
Asimismo, Herrera recuerda que el Colegio de Arquitectos viene denunciando la necesidad de regular el cableado de las fachadas desde hace seis o siete años.
Los cables son de Gaselec
“Todos los cables que hay en las fachadas son de Gaselec o Cablemel porque son eléctricos o de televisión”, señala el decano de los arquitectos de Melilla, que cree que la Ciudad no presiona a Gustavo Cabanillas para que los soterre porque “esto es muy pequeño y los políticos no quieren tocar nada que afecte a los ciudadanos”, añade Herrera.
Gaselec debería ocultar esos cables porque lo que no es normal es que vayan “danzando de fachada en fachada”, lo que pasa, insiste es que así “la empresa se ahorra mucho dinero”.
Esto pasa, continúa Herrera, con un empresario poderoso de Melilla, en cambio, “al pequeño propietario le obligan a poner hasta el timbre de su casa”.
Este periódico se puso en contacto con Gustavo Cabanillas para saber si su empresa, Gaselec, era o no la responsable de que los cables estén “danzando de fachada en fachada” y el empresario lo negó rotundamente.
Cabanillas se lava las manos
Según explicó ayer a El Faro Gustavo Cabanillas, propietario de Gaselec y Cablemel, el responsable de quitar el cableado de las fachadas de la ciudad es el distribuidor de la red eléctrica, pero no su empresa distribuidora.
En su opinión, hay instalaciones que llevan años así, “con los cables por las fachadas”, aunque él admite que no deben llevarlos. “Desde el año 95 la normativa dice que no”, aclara el empresario de Melilla.
Para el decano del Colegio de Arquitectos de la ciudad ahora de lo que se trata es de que se redacte un escrito o un requerimiento o se encargue un estudio sobre cómo eliminar los cables que afean las fachadas de los edificios restaurados de Melilla.
“Ese informe debería consensuarse con la empresa que los pone y llegar a un acuerdo para ocultarlos. Llevo 33 años en Melilla y te aseguro que esos cables son de Gaselec y Cablemel”, concluye Javier Herrera.