Cada año, la celebración de La Africana en Melilla genera expectativas sobre su impacto en la hostelería y la economía local. Sin embargo, según Chakib Mohamed, presidente de la Asociación de Hostelería, el verdadero valor de este evento no radica en los beneficios económicos inmediatos, sino en la proyección de la ciudad como marca turística y en la dinamización de ciertos sectores.
A pesar de que muchos podrían esperar un auge significativo en las ventas de bares y restaurantes, Mohamed deja claro que no se trata de "uno de los mejores fines de semana del año" para la hostelería en términos puramente económicos. “Es un evento que da color a la ciudad, que nos hace visibles. No es el impacto económico lo que destaca, sino el impacto en la imagen de Melilla”, ha afirmado.
Un crecimiento desigual en la hostelería
El presidente de los hosteleros ha explicado que el impacto económico no se distribuye de manera equitativa en toda la ciudad. Mientras que los establecimientos del centro pueden experimentar un aumento en sus ventas de hasta un 20%, los situados en barrios periféricos sufren un efecto contrario, con caídas de hasta el 40%. Esto se debe a que la mayor parte de la actividad y el público se concentran en el centro, dejando otras zonas menos transitadas.
Mohamed compara este fenómeno con otros eventos como la Semana Santa, donde la afluencia masiva de personas al centro provoca que otros barrios queden desatendidos. Además, factores como las restricciones de circulación y la falta de plazas hoteleras dificultan un impacto económico homogéneo en toda la ciudad.
El caso de los bares y restaurantes ubicados en la Plaza de las Cuatro Culturas es ilustrativo. Durante el evento, estos establecimientos pueden ver un incremento de ventas de hasta un 50 o 60% en bebidas y aperitivos, especialmente debido a la gran afluencia de corredores, acompañantes y espectadores. Sin embargo, esto no se traduce en un aumento similar en los restaurantes, ya que la naturaleza del evento hace que los participantes no prioricen sentarse a comer en establecimientos formales.
Impacto turístico, pero no gastronómico
Uno de los puntos clave que Mohamed destaca es la naturaleza de La Carrera Africana como evento deportivo y no turístico. A diferencia de festividades como el carnaval o la Semana Santa, donde el turismo juega un papel fundamental, en esta carrera muchos de los participantes llegan, compiten y se marchan el mismo día. “Muchos corredores tienen que irse en el vuelo de las dos o coger el barco a la tarde, por lo que el impacto en la restauración es limitado”, ha explicado.
Por este motivo, los restaurantes no suelen notar un incremento considerable en las reservas. Mientras que bares y terrazas del centro pueden beneficiarse del aumento de visitantes consumiendo bebidas o snacks, los negocios de restauración no reciben el mismo impulso, ya que el público no está centrado en la gastronomía sino en la competición. Además, el hecho de que muchos participantes sean atletas profesionales o aficionados serios también limita su consumo, ya que prefieren comidas específicas para el rendimiento deportivo o simplemente evitan excesos.
El verdadero impacto de La Africana
A pesar de que los beneficios económicos directos no sean espectaculares, Mohamed recalca la importancia del evento en la proyección de Melilla como destino. “Estos actos hacen que la ciudad se conozca a lo largo del año. El impacto no se mide solo en un día, sino en la visibilidad que obtenemos a nivel mediático y en redes sociales”, ha afirmado.
Según él, la clave está en seguir potenciando la imagen de Melilla como un destino atractivo para eventos y turismo. “Con la declaración de la ciudad como destino turístico, se podría aspirar a aumentar su PIB en un 14% o 15%, causando una gran mejora para el sector de la hostelería y el comercio”. Además, Mohamed sugiere que la clave para maximizar el impacto de eventos como La Africana es acompañarlos de estrategias complementarias, como una mayor oferta hotelera y mejores conexiones de transporte para retener a los visitantes durante más tiempo.
Por tanto, La Africana no supone un "salvavidas" para la hostelería, pero sí contribuye a fortalecer la identidad de Melilla como ciudad de eventos. Si bien algunos negocios del centro pueden notar un leve incremento en sus ingresos, otros pueden verse perjudicados. Sin embargo, la verdadera ganancia está en la visibilidad y el posicionamiento de Melilla como un destino atractivo para futuros eventos y visitantes.
Mohamed ha insistido en que el verdadero reto es pensar en la ciudad a largo plazo. “No es un impacto económico, es un impacto de ciudad”. A través de eventos como La Africana, Melilla sigue construyendo su marca y proyectando su imagen hacia el exterior, lo que podría traducirse en beneficios económicos en el futuro si se acompaña de estrategias adecuadas.
El articulo habla de la Africana....y no dise cuándo es?
Mu bien!!
Miau