Algunos organismos, como AENA, han sabido estar a la altura de la nueva ley antitabaco y han optado por poner ceniceros mejores, con más espacio para tirar las colillas, en el exterior del recinto cerrado que les compete, en este caso el Aeropuerto, a fin de facilitar a los fumadores que sus hábitos no supongan causa de suciedad para la vía pública o el exterior de los mismos organismos. El ejemplo debería cundir, porque son muchos los que fuman en las puertas de sus lugares de trabajo, de cafeterías y otros lugares de reunión por motivos laborales o de ocio, que igualmente exigen de ceniceros en su exterior para compatibilizar mejor el hábito del fumador con la ley antitabaco. Algunas cafeterías, como la del Hotel Tryp Melilla Puerto, dan buen ejemplo también de ello. Todo es seguir la pauta para hacer más compaginable la nueva normativa con un hábito, el de fumar, que como tal, al igual que la venta de tabaco, no está prohibido de forma general.