Ayer fue un día grande para algunos melillenses y aciago para otros. El decano del Colegio de Abogados de Melilla ingresó formalmente en la Academia de Jurisprudencia y Legislación de Granada, para grandeza de nuestra clase jurídica local, que amplía sus reconocimientos y prestigio ante instituciones de larga historia y renombre como la mencionada.
Por otra parte, un buen grupo de melillenses, entre los que destacaron en escalafón aparte como doctor en Derecho Emilio Bosch y como máster oficial en Problemas Sociales Marisa Escámez, recibió sus becas como nuevos licenciados o diplomados por la UNED, gracias a su esfuerzo principalmente pero también al apoyo y orientación que reciben a través del centro local asociado a la misma Universidad a Distancia. El acto tuvo como momento fatídico el terrible malestar que sufrió el director provincial de Educación, José Luis Estrada, al que deseamos su pronta recuperación . Al parecer todo fue un desmayo, de lo que nos alegramos enormemente.
Entre las noticias amables, gravitó la anunciada renuncia de ETA a la violencia armada. Una consecuencia de la controvertida Conferencia de Paz de San Sebastián, que aún no se ha completado, que exige la entrega de las armas y que debe resolverse sin menoscabo para las muchas víctimas del terrorismo, entre ellas, la melillense María Dolores Martín, emblema del dolor de una madre por el injusto asesinato de su hijo . Es mucho el camino por recorrer tras el anuncio de ETA, por lo que debe predominar la prudencia y la defensa del Estado de Derecho sobre cualquier otra coyuntura de tipo electoral como la que vivimos actualmente.