El Ministerio del Interior publicó ayer los datos correspondientes a la primera quincena de marzo sobre la llegada irregular de inmigrantes a Melilla. Según el Gobierno central, durante este periodo no se ha registrado ninguna entrada de pateras en la ciudad, y por vía terrestre la cifra fue de 186 personas.
Llama la atención el acuciado descenso en la llegada de embarcaciones, que baja un 94 por ciento respecto al mismo periodo de 2018, cuando se atendieron a 116 personas que viajaban en cinco pateras.
También ha bajado el número de personas que ingresaron en la Ciudad Autónoma por vía terrestre. Se contabilizaron 1.221 en 2018 y este año son 225 menos, lo que supone una bajada del 18,4 por ciento.
Además, las cifras contrastan con los datos registrados a nivel nacional. En el conjunto del país, han llegado 162 embarcaciones lo que supone 37 más que en 2018, un 29,6 por ciento más que le pasado año. En Ceuta han sido tres las pateras que han llegado con 32 personas a bordo.
Se trata de unos buenos datos que ayudan a disminuir la presión migratoria que sufre Melilla, sobre todo si los comparamos con los del resto de territorios nacionales donde este efecto no ha disminuido. Ahora solo falta ver si se trata de una tendencia o ha sido solo fruto de la casualidad.