Melilla La Vieja pasa de ser un castillo a un barrio durante el siglo XX debido al aumento de la población y por ello, se necesitaba un acceso para vehículos a esta zona.
El cronista oficial de la Ciudad, Antonio Bravo, ofreció ayer una conferencia titulada ‘100 años de una ciudad milenaria’. Este historiador contó a un numeroso público la importancia del vial que se conoce como la cuesta de Florentina y que permitió la circulación de vehículos rodados por El Pueblo.
Bravo ofreció esta charla en el Hospital del Rey, donde recordó cómo Melilla La Vieja ha ido transformándose con el paso del tiempo para adaptarse a las necesidades de la población.
Este historiador explicó a El Faro que ahora sería inimaginable que hubiera un barrio en el que no se pudiera entrar con un coche o al que no pudiera acceder una ambulancia. Y precisamente ése era el problema que tenían en 1912, que níngún vehículo tenía acceso a esta zona de la ciudad.
No fue hasta entonces cuando se hizo la primera subida de circulación rodada a El Pueblo. Esto significó mucho para los habitantes de esta zona de la ciudad, porque facilitaba el transporte de objetos y personas.
“Melilla La Vieja deja de ser un castillo, en ese momento, para ser un barrio de la ciudad y para ello, necesiba un acceso para vehículos”, explicó Bravo.
Hace 100 años, al El Pueblo sólo se entraba por la cuesta de la Marina y era tan empinada que no podían subir los vehículos. Así que optaron por modificar la fortaleza y crear un camino.
Los castillos estaban pensados para andar y no para circular por ellos en carros o coches, de forma que se destruyeron un gran número de elementos y secciones de la muralla para conseguir esta vía de acceso, según detalló Bravo.
“Lo que vemos ahora no tiene nada que ver con lo que se creó. Todo ha cambiado muchísimo. Las fortificaciones han sufrido una gran transformación, pues ha habido demoliciones, reconstrucciones y restauraciones”, informó.
Esta adaptación de Melilla La Vieja puede parecer hoy en día agresiva, según apuntó Bravo, ya que se altera el perfil de la muralla. No obstante, afirmó que era necesario para la ciudad hacer esta obra y que se dio solución a este problema de la mejor forma posible.
Más población, más barrios
Este conferenciante indicó que la población en el siglo XX de Melilla se multiplicó con rapidez y fue en ese tiempo cuando los barrios comienzan a expandirse. Lo que ayuda también a las autoridades a tomar la decisión de crear este nuevo acceso a El Pueblo.
Bravo indicó que esta conferencia era ‘una excusa’ que permitía hablar sobre las transformaciones de un castillo hace 100 años. Además, señaló que es bueno reflexionar sobre cómo la imagen que tenemos nosotros sobre un espacio en concreto se va modificando según el paso del tiempo haciéndonos creer que siempre ha sido igual.