La réplica sentida ayer reactivó las llamadas al 112 y a los Bomberos desde primera hora de la mañana.
En el primer turno del día, los requerimientos de actuación sobrepasaron el centenar y, de nuevo, los bomberos tuvieron que desplegarse por toda la ciudad para acometer, sobre todo, saneamientos de fachadas.
La jefa de Bomberos del Parque de Melilla, María José Marcos, realizó un llamamiento a los ciudadanos melillenses para que restrinjan, en la medida de lo posible, las llamadas al 112 y así su labor pueda ser más efectiva.
“Los ciudadanos deben valorar si el daño que tienen en su vivienda puede arreglarse con una mano de pintura.Si nos llaman por casos leves, se evita que vayamos a sitios en los que puede haber riesgo de verdad”, apuntó Marcos en declaraciones a El Faro.
Por ello, pidió a los melillenses que sean “prudentes” antes de solicitar la presencia de los bomberos, y que “valoren” si la situación es urgente o puede esperar a que se resuelva cuando no haya tanta premura como la que se produce en los momentos inmediatamente posteriores a un terremoto.
Marcos insistió en que el cuerpo de Bomberos no es “una oficina para reclamaciones económicas”. “Para eso la Delegación del Gobierno ha habilitado una oficina y hay un teléfono para realizar visitas a las casas afectadas”, indicó. “Nosotros estamos para salvaguardar personas y bienes”, añadió la jefa de Bomberos, que señaló que las llamadas al 112 se habían intensificado ayer por la mañana tras la réplica de 4.7. Más de 30 técnicos
María José Marcos, también se congratuló de contar estos días con un equipo numeroso para llevar a cabo todos los trabajos.
“Están colaborando más de 30 técnicos. Hemos tenido suerte porque tenemos ingenieros y arquitectos que han trabajado en los Planes de Empleo, técnicos de Medio Ambiente, de Fomento... muchas personas que están batiendo toda la ciudad”.
Los técnicos evalúan cada caso y, si la estructura está dañada, se cierra el paso; si no, se procede a su saneamiento.