Editorial

Bomberos, policías locales, funcionarios de Justicia y médicos, en pie de guerra en Melilla

Bomberos, policías locales, funcionarios de Justicia y médicos del Comarcal están calentando la precampaña electoral en Melilla con protestas en las que reivindican mejoras laborales que no acaban de llegar.

Lo que empezó siendo una manifestación aislada de los letrados de Justicia ha acabado poniendo en pie de guerra a sectores que fueron decisivos durante la pandemia. Es el caso de los facultativos, que han pasado de ser aplaudidos a ser ignorados.

Los policías locales se suman ahora a unas movilizaciones que ya habían iniciado durante la legislatura cuando protestaron a las puertas de un pleno en la Asamblea por el incumplimiento del compromiso de subida salarial contraído por el Gobierno de Imbroda antes de perder el Gobierno.

Los bomberos llevan años reclamando refuerzos y advirtiendo de que, como los médicos, tienen las plantillas bajo mínimos y entraditas en años. Pero sus reclamos han caído en saco roto.

Tanto Bomberos como Policía Local dependen de la gestión del presidente de la Ciudad, Eduardo de Castro, que no ha logrado conectar con los agentes a su cargo en los cuatro años que lleva al frente del Gobierno y asumiendo las competencias de Seguridad Ciudadana. Esa desconexión la deja en herencia al Gobierno que salga de las urnas el 28 de mayo.

Los funcionarios de Justicia y los médicos, por su parte, dependen de Madrid. Estas dos protestas afectan a dos servicios públicos fundamentales como son la sanidad y la justicia. Las consecuencias son nefastas porque las listas de espera van a más y también afecta el tiempo máximo de resolución de conflictos judiciales.

El problema es que este martes se pueden sumar a las movilizaciones los abogados del turno de oficio, pero también los jueces y fiscales. La situación es preocupante y manda a los políticos un mensaje meridianamente claro: las promesas incumplidas pasan factura.

Y obviamente estos gremios en pie de guerra aprovechan la extrema sensibilidad del votante y de los partidos políticos, debido a la cercanía de la cita con las urnas, para meter el dedo en la llaga.

Como en todas las protestas, el ciudadano se convierte en rehén de los reclamos. La ciudadanía sufre las consecuencias de la falta de acuerdo y de la incapacidad para negociar que tiene nuestra sociedad.

Compartir

Artículos recientes

Un ciudadano melillense acudirá a Fiscalía por presunta "prevaricación" en el control alimentario de la frontera

Un ciudadano melillense que fue obligado a deshacerse de 6,5 litros de aceite de oliva cuando…

6 horas hace

La COA vuelve a suspender la línea a la Cañada de Hidum debido a un nuevo apedreamiento

La Cooperativa Óminibus de Autobuses (COA) ha informado de que, debido a un nuevo apedreamiento…

6 horas hace

La Ciudad pide ayuda al Ministerio de Educación para poner cubiertas en las pistas de los centros escolares

El consejero de Educación, Juventud y Deporte, Miguel Ángel Fernández Bonnemaison, ha avanzado este miércoles…

8 horas hace

COTO PRIVADO firma con un gran sello discográfico como Maldito Records

El grupo melillense Coto Privado firma un contrato con la conocida discográfica española de música…

8 horas hace

Los farmacéuticos de Melilla sienten el agradecimiento de la gente por su labor

Los 120 profesionales farmacéuticos colegiados de Melilla tienen cerca su jornada de celebración. El próximo…

8 horas hace

CEPROMEL opta por poner una zona azul para paliar la falta de aparcamientos

CEPROMEL apuesta por un arreglo en los aparcamientos del Mercado Central tanto de iluminado como…

8 horas hace