El reparto de menores extranjeros no acompañados a otras comunidades y que Melilla solo atienda a 260 niños, que es la capacidad total con la que se planificaron los tres centros de acogida que hay en la ciudad, serán las dos propuestas más importantes que la Consejería de Bienestar Social llevará a la IX Conferencia Sectorial de Inmigración, que se celebrará el lunes en Madrid y en la que participarán las distintas autonomías.
El responsable del área, Daniel Ventura, explicó a El Faro que, “pensando en el bien superior del menor”, la ciudad solo debería acoger este número de menores para poder atenderlos “correctamente”. Sin embargo, Melilla tiene tutelados actualmente a unos 740.
Ventura recordó que los tres centros de protección que hay en la ciudad están pensados para un número mucho más pequeño de chicos. En ese sentido, señaló que hay que actualizar la normativa sobre acogida de menores puesto que no establece ningún tope del número de niños que pueden atender las comunidades.
La capacidad originaria de La Purísima era de 180 plazas. La Ciudad cifró a finales de julio en 590 el número de niños que albergaba. Por su parte, el centro asistencial Gota de Leche y Divina Infantita fueron diseñados para acoger a 60 y 20 menores, respectivamente.
“No pueden estar hacinados”, subrayó. De esta manera, apuntó que si, a partir del menor número 261 que haya en la ciudad, los niños se fueran derivando a otras ciudades, los centros se podrían reestructurar para ir convirtiendo en aulas y otros espacios “para el desarrollo” de los jóvenes los lugares que actualmente ocupan los dormitorios.
Ventura también aprovechó para felicitar al personal de los tres centros dado que resaltó que atender a estos menores que “traen historias muy difíciles” detrás tiene “muchas complicaciones”.
"Gran gesto"
Dos comunidades han mostrado ya su ofrecimiento a Melilla para trasladar a menores a sus regiones, según confirmó Ventura. Aunque la cantidad es “ínfima”, el consejero valoró el “gran gesto” de estas autonomías, que no desveló.
No obstante, el responsable de Bienestar Social también mostró su preocupación por el “efecto llamada” que el traslado de menores a la península podría ocasionar. De todas formas, pidió que se haga un reparto”equitativo”, de “forma cuidadosa” y que no sea de forma puntual, sino que se haga por sistema.
Hay que recordar que el Gobierno anunció el jueves que Sanidad prepara una reunión con las comunidades para planificar “un esfuerzo coordinado entre las diferentes administraciones responsables para asegurar la atención más adecuada” a los menores.