El pasado mes de diciembre, la ministra de Educación, Pilar Alegría, instaba a las Comunidades Autónomas a restringir el uso de los teléfonos móviles en los centros escolares. Hasta la fecha, esta medida ha entrado en vigor en Andalucía, Galicia, Castilla La Mancha, Madrid, y ahora se suma Murcia. Este martes abordamos esta posibilidad con el director territorial de Educación en Melilla, Juan Ángel Berbel, quien en primer lugar puso en contexto esta iniciativa, “este debate surge a raíz del informe PISA, en el que los países han visto mermadas sus puntuaciones respecto a 2018. Creo que más que el uso de dispositivos tecnológicos dentro de los centros escolares, la causa hay que buscarla en la pandemia. También es cierto que en determinada franja de edad, fundamentalmente en la pubertad y adolescencia, los alumnos lo usan más de la cuenta y no bajo una finalidad educativa, pedagógica o didáctica”. Respecto a la aplicación de las restricciones en determinadas Comunidades, Berbel es muy claro, “uso de los móviles, sí, pero siempre y cuando se utilicen como herramienta pedagógica, didáctica o educativa. Para ello hay que enseñar a los alumnos porque hay profesores que utilizan las aplicaciones móviles dentro de sus clases para dinamizar, ampliar o profundizar conocimientos, pero siempre guiado y asesorado por un adulto”. En este sentido, el director territorial de Educación entiende que “el móvil es una herramienta que tú tienes. La finalidad que le des a la misma dependerá de tus valores y de que la uses de forma adecuada. Si el móvil se utiliza para grabar y que estas grabaciones sirvan de escarnio o moza del docente que está en el aula o para una finalidad no educativa, pues claramente, no”. Al hablar sobre este asunto, Juan Ángel Berbel mostró su preocupación porque “entre los jóvenes estamos detectando cada vez mayor dependencia y adicción hacia las plataformas móviles. Y como todo en la vida si tú no educas bien a los jóvenes en esas aplicaciones pues, evidentemente, están haciendo un uso anómalo del mismo”. En esta línea, Berbel puso un ejemplo muy gráfico, “nadie se plantea prohibir los automóviles porque haya accidentes de circulación. Habrá que regular la conducción a través de límites de velocidad…El uso de los patinetes, igual. Si el docente aplica el móvil dentro de su materia por las características de la misma, puede ser interesante que en esa asignatura concreta el profesor, dentro de los contenidos que vienen en su programación didáctica fomente la cultura la digital. No en vano es una de las ocho competencias claves que ha de adquirir el alumno a lo largo de su formación”. Sobre de dónde debe partir la educación, Berbel considera que ésta es dual entre los padres y el docente: “si tienes un móvil sólo para recibir y hacer llamadas y tiene alguna clase de urgencia familiar puede ser útil que lo tenga en clase, pero para grabar de forma ilícita, no. Para eso hay que educar y la educación también debe partir de casa. El dispositivo móvil se lo compra la familia al menor. Las primeras reglas hay que establecerlas en el entorno familiar”. El director territorial de Educación se plantea, “¿es básico para un menor de 15 o 16 años un smartphone? Yo creo que no por el nivel de madurez. Si es un móvil sólo para recibir llamadas está bien, pero si le regalan un smartphone, lo último que va a hacer el alumno es llamadas. Entonces genera una adicción y, evidentemente, supondrá un descenso de su rendimiento académico. Si el móvil es un elemento de distracción es lógico que se regule su uso dentro de la instalación educativa. Si el móvil lo pide el docente por determinada materia, es correcto. En definitiva, la herramienta nunca la demonizo, pero tiene que usarse correctamente”.